“Puede que seas capaz de engañar a los votantes, pero no a la atmósfera” 

Donella Meadows

En estas primeras líneas saludo con afecto al Dr. José Luis Guadarrama, médico ginecólogo, jubilado del IMSS, quien sugirió abordara el tema relacionado con la verificación vehicular y su impacto en el medio ambiente y cuyas preocupaciones también comparto.

Todo lo que observamos a nuestro alrededor lo obtenemos de manera directa o indirecta del medio ambiente, simplemente es nuestra vida, por lo que cuidarlo, protegerlo, es custodiar nuestra vida. El medio ambiente es el agua, el aire, la atmósfera, la tierra, los árboles, las plantas, los animalitos en tierra y agua, es del medio ambiente de donde obtenemos nuestros alimentos, nuestro vestido, es el lugar donde hacemos nuestra vida, y son los recursos naturales los elementos indispensables para vivir.

Como seres humanos, tenemos la capacidad de ser ampliamente destructores. Hemos llevado nuestra existencia al límite. Hemos degradado la biodiversidad que es la flora y la fauna; ampliado la abertura en la capa de ozono por el exceso de dióxido de carbono y los elementos llamados clorofluorocarburos CFC (aerosoles); degradación de las praderas y paisajes; una feroz deforestación; y la imparable contaminación del aire, con énfasis en esa enorme cantidad de molestos ruidos; el agua y el suelo, sufren también las inclemencias de nuestra conducta.

Tan solo en Hidalgo, en lo que corresponde al agua, se vierte un promedio de 4 m3/seg de agua residual, que van directo al mar sin mayor tratamiento.

El ser humano puede vivir sin comer un día, o unos pocos más; lo mismo sin beber agua, pero sin respirar, no dura más de 3 minutos. De ahí la importancia de que el aire que respiremos sea lo menos contaminado posible, pues el aire es un vehículo por el cual transitan bacterias, virus, una infinidad de partículas suspendidas, en algunos casos generadas por el fecalismo al aire libre, el depósito de basura sin mayor restricción, los canales de aguas negras que no tienen ningún tratamiento, y un largo etc.

Las composiciones más destacadas que se generan de los vehículos y la industria son el dióxido de azufre, monóxido de carbono, dióxido de carbono, dióxido de nitrógeno, plomo (este es muy tóxico) y el ozono.

Para controlar estas emisiones, en el año de 1991 se estableció el programa de verificación vehicular con estándares internacionales cuyo objetivo es prevenir y controlar las emisiones contaminantes de los vehículos.

Y como muchos programas este también ha sido de difícil aceptación por el ciudadano, en particular cuando su vehículo no acredita, no pasa la prueba, entonces surge la tradicional “mordida” o la recomendación a talleres mecánicos amigos con los que el verificentro tiene “acuerdo” y así al regreso pasa a la primera revisión sin problema.

En un concepto general, se recomienda que los vehículos que trabajan con carburador, sean afinados cada seis meses o 6 mil km o lo que primero suceda, pues si su carburador se encuentra en mal estado, contamina al doble. Para el caso de la nueva tecnología hay automóviles que pueden trabajar continuamente hasta 50 mil km., sin necesidad de afinación, pero los de tecnología intermedia requieren ser afinados cada 15 mil km.

Hay sorpresas, como, por ejemplo, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, encontró que un convertidor catalítico en mal estado, en un automóvil de tecnología de punta, puede incrementar hasta un 400% su capacidad de contaminación.

Entonces, nuestra reflexión es clara y simple de entender. No podemos vivir sin el aire más de 3 minutos. El aire contiene muchas elementos y partículas perjudiciales a nuestra salud, que nuestro organismo, desde la nariz, trata de evitar su llegada a los pulmones, bronquios, alveolos pulmonares, etc., para absorber el oxígeno, que es el que nos da la vida.

Evitemos hacer “tranzas” con la verificación vehicular, nuestro organismo lo agradecerá en nuestra salud. El aire lo respiramos todos, sin excepción, así que piense bien el tratar de corromper las leyes y disposiciones, porque ese aire contaminado lo respiran nuestros hijos, padres, hermanos, nosotros mismos.

Por supuesto, aunque represente ser un milagro, el gobierno, en particular las secretarías de vialidad y tránsito y medio ambiente, deben de ser más conscientes y menos corruptas, al permitir la circulación de tantos vehículos notoriamente contaminantes y dejarlos ir a la circulación con “una módica”. Que indecencia, pues a la atmósfera, al medio ambiente, no lo engañamos.
Saludos cordiales y hasta la próxima.
garubo58@gmail.com