Este 18 de enero se cumple el segundo aniversario de la explosión de la toma clandestina del ducto de PEMEX, en la comunidad de San Primitivo, en el municipio de Tlahuelilpan, hecho que conmocionó no sólo al estado, sino a todo el país, pues la desgracia terminó con la vida de 137 personas entre niños, jóvenes y adultos, quienes murieron calcinados.

Alrededor de las 15:30 horas de aquel día se detectó una fuga del ducto Tuxpan-Tula de Petróleos Mexicanos (PEMEX), por lo que pobladores se acercaron a la zona y comenzaron a llenar cubetas y botes con el combustible.

Por ese hecho, a las 19:10 horas del 18 de enero del 2019, dos horas después del reporte de fuga se registró una explosión y un incendio que provocó la muerte de decenas de personas, que acudieron al lugar para llevarse un poco del hidrocarburo.

En aquella ocasión, el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, informó que en coordinación con el gobierno de México, atendieron el siniestro, pues trasladaron a las personas heridas a diferentes hospitales de la región.

Antes de la explosión, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), acudieron al lugar para pedir a la población abandonar el sitio de la fuga, pues era peligroso estar ahí, sin embargo, los pobladores hicieron caso omiso, razón que propició la desgracia en Tlahuelilpan.

Pasada la medianoche de aquel día, a la zona arribó el presidente, Andrés Manuel López Obrador, con el propósito de supervisar las acciones de respuesta ante la explosión, en donde instruyó que las personas heridas fueran atendidas en hospitales de la región, aunque no fuesen derechohabientes de las instituciones de salud.

Continúan las tomas clandestinas

Pese a la desgracia y de acuerdo con el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM), en el estado de Hidalgo, durante el periodo enero-septiembre 2020, se contabilizaron 3 mil 205 tomas clandestinas por robo de hidrocarburos en ductos de Petróleos Mexicanos (PEMEX), de las cuales al menos 10 ocurrieron en Tlahuelilpan.

En ese sentido, el pasado 13 de julio se registró una fuga de hidrocarburo en San Primitivo, cercana a la denominada zona cero, donde ocurrió el siniestro en el 2019, que alertó a las autoridades y estas pidieron a la población desalojar sus viviendas, para evitar un desastre como el de aquel 18 de enero.

Huachicol por necesidad

En San Primitivo, como otros poblados cerca, se dedican a la agricultura, sin embargo, desde hace ya algunos años, comenzaron las prácticas de robo de hidrocarburos, pues la población consideró que es una forma de salir adelante, más allá de sus actividades agrícolas.

Aquella vez, señalaron, acudieron personas no sólo del municipio, sino de otros y de diferentes comunidades, pues se rumoró entre vecinos y habitantes de lugares cercanos, que se estaba regalando la gasolina.

El huachicoleo es una práctica común en la demarcación, pues el precio por litro de la gasolina oscila entre los 10 y 12 pesos, mientras que de manera legal, en una gasolinera, esta cuesta entre 16 y 18 pesos por litro.

Prevalece el luto

Apenas en días pasados, el alcalde, José Alfredo Díaz Moreno, informó que este lunes, a dos años de la tragedia, se declarará como día de luto municipal, por el hecho ocurrido el 18 de enero del 2019 en la demarcación.

A raíz de los hechos en aquel municipio, el gobierno de México se comprometió a apoyar a las familias afectadas, con la construcción de un memorial, el cual sigue en pausa, pues la pandemia por Covid-19 no permite que esto avance.

Elementos federales de la Guardia Nacional, así como de Protección Civil municipal, realizan diferentes monitoreos que pretenden disminuir la actividad huachicolera, sin embargo, y a pesar del siniestro, el robo de combustible prevalece en Tlahuelilpan.