Hidalgo y Zacatecas representaron este fin de semana un ejemplo de lo que en materia de política sí se debe hacer y no se debe hacer, respectivamente, cuando se trata de postulación de candidatos para contender en una de las elecciones más importantes que se llevará a cabo en el país y que culminará con la votación del 6 de junio próximo.
Mientras que en Hidalgo el pre registro de aspirantes a ocupar la candidatura de diputaciones federales en los tres distritos electorales en los que contendrá el tricolor se produjo en el formato de candidato de unidad, es decir que no se presentó oposición ni otra postura que aspirara a alguna de las tres candidaturas disponibles.
Más allá de la cohesión de la militancia priista para lograr candidaturas de unidad, esto indica que en Hidalgo en torno al partido tricolor hay un liderazgo y una disciplina que se ponen en práctica para que el partido en el poder en el estado recupere en los próximos comicios los espacios que perdió en las elecciones del 2018.
Lo anterior encuentra su razón de expresión debido a la división que se dio en el PRI de Zacatecas, cuando dos militantes de ese partido se postularon para ocupar la gubernantura de dicha entidad.
El CEN del Partido Revolucionario Institucional se vio en la necesidad de dar a conocer, ayer domingo, que la división se resolvió de la siguiente manera: “Martha Leticia Ulloa Hermosillo, hasta hoy contendiente por la candidatura a la gubernatura de Zacatecas por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI), decidió desistir de su aspiración en aras de abonar a la unidad y sumar sus propósitos a favor de la precandidata de la coalición “Va por México”, Claudia Edith Anaya Mota, quien, de esta manera, se convierte en candidata única de este instituto político para el gobierno de la entidad”.
Lo anterior denota que contrario a lo que ocurrió en Hidalgo, en Zacatecas faltó cohesión al interior del partido, que existen divisiones entre grupos y que falta disciplina.
El hecho de que en la entidad tres perfiles de profesionales y de servidores públicos que han trabajado muy cerca del gobernador antes y durante su mandato gubernamental reflejan que Omar Fayad cuenta con el respaldo de su partido y sus decisiones son bien recibidas y aceptadas.
Sayona Vargas Rodríguez, por el distrito I con cabecera en Huejutla; Benjamín Rico Moreno, por el distrito VI con cabecera en Pachuca y Héctor Meneses Arrieta, por el distrito VII con cabecera en Tepeapulco, realizaron el pre registro par poder candidatos de unidad por dichos puntos
La experiencia indica que la figura del aspirante único siempre da un respaldo y es reflejo de lo que quiere y busca un partido previo a cualquier elección, por lo que contar con una figura que dé confianza al interior y lo refleje al exterior en reuniones y concentraciones es prácticamente amarrar una buena parte del voto.
Si en las pasadas elecciones para presidentes municipales el PRI se volvió a ubicar como primera fuerza política en el país, es de esperar que ese fenómeno se repita el próximo 6 de junio, siempre y cuando se trabaje en un mismo sentido.
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