Raymundo Isidro Alavez

La humanidad progresa por impulsos de sus guías. Estos dirigentes solos no, logarán la grandeza de sus reinos o de sus países, unos más cautos, con confianza y respeto pide ayuda a sus partidarios y simpatizantes; para que contribuyan con esfuerzos para el desarrollo de su nación. La colaboración individual es modesta tal vez, pero cuando la participación es abundante, el avance se va notado en obras materiales y en el desarrollo científico y cultural.

Joe Biden, recién investido presidente de los Estados Unidos, en su toma de posesión reafirma su convicción de gobernar para todos los estadounidenses, sin hacer distingo de ningún sector o clase social en específico. En sus palabras: “Y pido a todos y cada uno de los estadounidenses que se sumen a mi causa: que nos unamos para luchar contra los enemigos que nos esperan; el resentimiento, el odio, el extremismo, el desorden, la violencia, la enfermedad, el desempleo y la desesperanza.” Esos males sociales, son en verdad, los enemigos que atosigan a un país y a la humanidad.

Con el ánimo de ser el presidente de todo estadounidense apela la unidad, gobernar para todos, dirigiéndose a los seguidores de su oponente, más no enemigo, a ellos les hace el siguiente llamado: “Podemos unir fuerzas, dejar de gritar y bajar la temperatura. Porque sin unidad no hay paz, solo amargura y furia; no hay progreso, solo ira agotadora. No hay nación, solo una situación de caos.” La anarquía lleva desgracias que lo padece pueblo que la padece, reina la inseguridad e impera la violencia.

Biden respetuoso de las instituciones, entre estas, la constitución, entendida por conjunto de leyes que rigen al gobernante, lo mismo que al ciudadano; a través de derechos y obligaciones. El mandatario al estampar su firma promete respetarla, hace alusión George Washington. El considerado padre de la patria de Estados Unidos, aun siendo militar, dirigente del ejército independentista ante el imperio inglés. George Washington se apoyó a las leyes: “Las armas de fuego son las segundas en importancia tan solo después de la Constitución, ellas son los dientes de la libertad de la gente.” Quienes no respetan la institución familiar, instituciones políticas y la misma constitución, menos van respetar a la gente.

En referencia a la confrontación vivida por estadounidense en las últimas semanas, el allanamiento de edificio simbólico, sede del poder Legislativo conocido por El Capitolio, escandalo que, auspiciado por su contrincante político, quien nunca aceptó ser derrotado en las urnas, por el Colegio electoral y con la mayoría en el Congreso de representantes y el senado,

Su oponente incurrió en la mentira de haber sido fraude electoral, ante jefes de Estado invitados, Representantes, senadores el ya presidente Joe Biden externó: “Hay verdad y hay mentiras. Mentiras contadas por motivos de poder y provecho. Y cada uno de nosotros tiene el deber y la responsabilidad como ciudadano, como estadounidense, y especialmente como líderes – líderes que han comprometido en honrar nuestra constitución y proteger nuestra nación – de defender la verdad y derrotar las mentiras.” La verdad manifestada en votos, rompió el poder autócrata, del gobierno donde impero la voluntad de Donald Trump.