El trabajo del personal de salud, a casi un año de la llegada del SARS-CoV-2 Covid-19 a México, ha sido cansado, pues tras largas jornadas de trabajo diarias, son quienes lograr sacar adelante a los pacientes que se contagiaron del virus. El caso particular de las enfermeras, quienes además de cuidados integrales, ofrecen a los usuarios, contención emocional.

Teresa Velazco López, enfermera de profesión, con 25 años de trayectoria en el Hospital General de Pachuca, y quien también es coordinadora del área Covid-19 quinto piso, así como de las áreas de Trasplante y Medicina Interna, se encuentra dentro de la primera línea de atención por la pandemia, pues brinda cuidado a pacientes que contrajeron el virus.

“Nuestra jornada inicia desde el primer contacto a las siete de la mañana, con el saludo, luego sigue la administración de medicamentos y cuidados generales, además de que la mayor parte de los pacientes, al estar ahí solos, se encuentran en depresión, pues piensan que jamás van a volver a ver a sus familias”, expresó Teresa Velazco.

Para poder ingresar al área, el personal de salud en general debe pasar por diferentes protocolos, contó Velazco López, “el uso del equipo de protección personal es indispensable, para proteger a otras personas y nosotros mismos”.

Sacrificamos nuestra vida para salvar la de cientos: enfermera

La enfermera, con una larga trayectoria y quien además ha tomado el reto de brindar atención dentro de la primera línea de Covid-19, señaló que pese a la labor titánica que realiza todo el personal de salud, y que las jornadas son pesadas, largas y muy cansadas, hay personas que no se cuidan y continúan saliendo a la calle.

Formar parte del personal de primera línea, dijo, es una encomienda muy difícil, pues al elegir la carrera de enfermería, sabíamos que en cualquier momento se podía presentar una situación como esta, pero también describió como satisfactorio el ver a un paciente salir delante de la enfermedad. Diariamente, Teresa Velazco completa un turno que inicia a las 07:00 horas y culmina entre las 14:30 y 15:30 horas, de acuerdo a la carga de trabajo que se presente en el día.

“Vivimos con angustia, temor y ahora, desafortunadamente también hemos sido estigmatizados, además del miedo que tenemos de contagiar a nuestras familias, es una angustia tremenda, pero también me ha hecho valorar muchas cosas, como una llamada, un mensaje, o todo eso que antes postergábamos y ahora lo atendemos, sobre todo cuando se trata de un familiar o amigo”, manifestó Teresa.

De igual forma, indicó, “nosotros nos exponemos y sacrificamos nuestra vida por atender a toda la población, vivimos con miedo de contagiarnos”. Además, exhortó a la población a resistir, pues la pandemia aún no termina.

De manera diaria, Velazco López, atiende, en el mejor de los casos, a cinco o seis pacientes, depende de la demanda y ocupación hospitalaria, en donde de acuerdo a sus palabras, “he tenido experiencias muy desagradables, pero también satisfactorias”, desde pacientes estables, que la propia enfermedad y sus comorbilidades, ha deteriorado y terminado con su vida, hasta personas que estuvieron conectadas a un respirador artificial, que salieron adelante.

Sacrificamos nuestra vida para salvar la de cientos: enfermera

“De las experiencias más tristes que he tenido, es saber que compañeros y compañeras se han contagiado y desgraciadamente han perdido la batalla contra el coronavirus”, razón por la cual, no siempre se atiende al número mínimo de pacientes, pues entre menos personal de salud haya, quienes aún siguen en pie de lucha, tienen una carga más pesada de trabajo.

La enfermera, quien desde que inició la pandemia en el estado, atiende los casos positivos de Covid-19, envió un mensaje a la población, “esperen un poco más, tenemos la oportunidad de estar sanos y seguir con vida. Hay que apoyar al personal de salud, a sus familias y a nosotros mismos, para que pronto podamos ver el fin”.

Teresa Velazco López, acerca de su labor como enfermera, señaló, “es una profesión que no me equivoqué al elegir, me gusta brindar apoyo cuando así se requiere y en particular, siento una enorme satisfacción al ver que los pacientes se van bien”.

Actualmente, la coordinadora de diferentes áreas en el Hospital General de Pachuca, dijo sentirse muy dichosa de contar con buena salud, a pesar de que a diario atiende a enfermos de coronavirus, además de que intenta no llevar lo que vive en su lugar de trabajo, aunque refirió que es muy difícil pues los pacientes le comentan, “no voy a volver a ver a mi familia, sé que me voy a morir”.