Tras seis años de que la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) estableció el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, hoy, la esfera universitaria de Hidalgo resguarda e impulsa el trabajo científico de decenas de mujeres hidalguenses.

Maestras, doctoras, investigadoras y científicas se han posicionado en el cuerpo docente de las diferentes casas de estudio de la entidad, no solo para consolidar su carrera profesional, sino para impulsar a la comunidad estudiantil.

Tal es el caso de Yuridia Mercado Flores, oriunda de Zacualtipán de Ángeles, Doctora en Ciencias Quimicobiológicas, ganadora del Premio Hidalgo de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) 2018, en la categoría de investigación científica por desarrollar un método para el control de una enfermedad del maíz en el Valle del Mezquital.

Actualmente pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel dos, es docente de la Universidad Politécnica de Pachuca (UPP); y asegura que, para ella, la ciencia es un motor de inspiración que le ha dado diversas satisfacciones en lo profesional y personal, ya que le ha permitido interactuar con los estudiantes, motivarlos, fomentar la curiosidad en ellos y ayudar a los demás, generando soluciones a los problemas locales a través de la ciencia.

De la misma institución politécnica, destaca la profesora Maricela Villanueva Ibáñez, Doctora en Ciencia e Ingeniería de Materiales, quien se dedica a investigar el desarrollo de nuevos materiales y nanomateriales para diferentes campos de aplicación.

Un Impulso en el Valle del Mezquital

Para Ana Nayeli Cerón Ortiz, docente que cuenta con más de cuatro solicitudes de patentes en un periodo de dos años, las mujeres tienen un rol clave en el desarrollo de la ciencia y la tecnología a nivel mundial, “nuestras habilidades y competencias nos permiten el desarrollo científico y su transferencia tecnológica. En mi caso, en el aprovechamiento integral de los recursos agropecuarios para la generación y el desarrollo de nuevos productos alimenticios. Soy Ana, soy investigadora del Instituto Tecnológico Superior del Occidente del Estado de Hidalgo (ITSOEH) en el programa educativo de Ingeniería de Industrias Alimentarias. Soy una mujer hidalguense trabajando en la ciencia”.

En el municipio vecino, se ubica la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero, en donde, la Doctora en Química Karina Aguilar Arteaga investiga procesos de biorremediación en los sistemas agrícolas de la Vega de Metztitlán y el Valle del Mezquital; trabajos que la llevaron a ser ganadora en el 2019 del Premio Hidalgo de CTI.

“La ciencia no ha escapado de la participación femenina, estoy orgullosa de ser científica. El ser investigadora me ha dado satisfacciones y a la vez me ha puesto muchos retos que me han permitido contribuir para detonar el desarrollo sostenible, por eso invito a las mujeres y a las niñas para que nuestra participación en las distintas áreas del conocimiento sea cada vez más visible”, afirmó Aguilar Arteaga.

Por su parte, Brenda Ponce Lira, docente e investigadora de la misma institución educativa, declaró en el marco de la conmemoración de la participación de la mujer en la ciencia que, “no es un currículum, no es un grado académico, ser mujer de la ciencia es romper con obstáculos, romper con barreras, romper con tabúes. Es pasión, es amor por conocer lo nuevo, por conocer lo incógnito; es la necesidad de generar nuevas oportunidades ante la vida misma. Mi nombre es Brenda Ponce, soy doctora en Ciencias Ambientales, actualmente estoy adscrita a la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero y soy una mujer hidalguense trabajando por la ciencia”.