Literatos, poetas, músicos, pintores, escultores y diseñadores gráficos mexicanos han logrado encumbrarse en el escenario internacional por la pasión que tienen a la cultura. Están en ese sitial por sus trabajos realizadas con talento, creatividad, ingenio; inspiración y con esmero logran ser realidad ese sueño de contribuir a la cultura.
Los trabajos consumados por estos grandes de entendimiento han contribuido en diseminar por el mundo los sentimientos, conocimientos y la cultura de un pueblo. Crean piezas escultóricas, en cuadros pictóricos matizan con maravillosos colores sus emociones, a veces con colores combinados o contrastados. En poesías escritas en versos regidos por compases de suaves y dulces prosas. En agudas y sutiles notas en piezas musicales, todos son parte de la cultura mexicana.
Algunos de estos talentosos en las artes, ya lo traen a través de los genes, porque alguien de sus padres cultivaba alguna labor afín, otros se han creado ellos mismos con esmero y dedicación. Esas virtudes las desarrollan con el tiempo y relaciones con amigos o bien son reforzadas con exigencias de maestros para que al fin encuentren el tesoro de creatividad y la capacidad inventiva.
El artista plástico Vicente Rojo Almazán, en una de sus entrevistas soltó: “Desde que tengo uso de `razón’ (entre comillas) siempre me recuerdo con un lápiz y un papel. Iba a la escuela, era una época pobre, dura, difícil, mi padre llegó a México en 1939 y en Cataluña nos quedamos mi madre, mis abuelitos y mis cuatro hermanos esperando que mandará por nosotros, hasta que pudimos hacerlo muchos años después.” Su padre fue refugiado en México a causa de la Guerra civil española de 1936 – 1939.
Vicente Rojo llega a México en 1949, aún adolescente ingresa a la vida productiva, fue asistente, a la vez alumno del pintor y diseñador gráfico español Miguel Prieto Anguita, notable erudito afiliado al Partido Comunista español y adepto de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, al pasar a Francia es recluido en el Campo de concentración de Angeles- sur- Mer. Al obtener su libertad es exiliado a México.
A sus 17 años se desempeñó en las oficinas de ediciones del Instituto Nacional de Bellas Artes, (INBA), después en el suplemento en la cultura dónde conoce y trata a Fernando Benítez, a decir de él, su segundo mentor. Su pasión a las líneas geométricas oblicuas, y su apego a los colores, se matricula el Escuela Nacional de Pintura, Escultura, y Gradado La Esmeralda.
Es Artista plástico, no conforme en ese campo se desempeñó en la escultura y posteriormente fue diseñador grafico. Sin embargo, no se acepta “ni pintor ni diseñador, simplemente como trabajador de la cultura. Por eso, en su discurso “Los sueños compartidos” dicho al ser parte del Colegio Nacional dijo referente a la cultura: “el mundo de la cultura es un horizonte amplio donde caben muchísimos elementos y cada quien decide sobre su propio gusto. Es gama variada, variable, y no cerrada. En la que no caben las comparaciones ni las categorías.”
Vaya que fue un activo promotor de la cultura, su entusiasmo le rindió frutos al participar en suplementos de diarios, en aquel entonces Novedades, la Cultura en México, Revista siempre, La Revista de la Universidad de México, Gaceta de Fondo de Cultura Económica, Cuadernos Políticos, Plural dirigido por Octavio Paz. También, diseño el logotipo del Diario la Jornada.
La habilidad en el diseño la plasmo en libros de autores conocidos en México y en extranjero, Las Batallas en el Desierto de José Emilio Pacheco, Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, la Feria de Juan José Arreola, Aura de Carlos Fuentes.
El resultado de su ingenio ha sido expuesta en Exposiciones colectivas e individuales, entre estos: Museo Universitario de Ciencias y Arte (México 1973), Universidad d Texas (Austin 19789 Museo de Arte Moderno (México 1981, 1996 ), Biblioteca Nacional ( Madrid España 1985) Museo de Arte Carrillo Gil (México 1990), Klingspor Museaum (Francfort (1992, Museo Casa de la Moneda (Madrid 1996), Museo de la Reyna Sofía 8 Madrid 1997) Tecla Sala (Barcelona, 1997), en el Círculo de Bellas Artes (Madrid, 1997 y en el Museo José Luis Cuevas (México 1998 y 2001).
Vicente Rojo formó parte del grupo de artistas llamada “La ruptura”, en conjunción con José Luis Cuevas, Juan Soriano, Arnaldo Cohen, Gabriel Ramírez, Manuel Felguérez y Enrique Echeverría entre otros, optaron por separarse del grupo de muralistas, corriente emergido desde a principios de la década de los veintes que enaltecieron la revolución mexicana. Entonces las artes plásticas se encaminan hacia la ruta del abstraccionismo que predomina por más de cinco décadas, como suele suceder en las artes y en las ciencias, se innova los conocimientos y los saberes. Donde cada tiempo tiene lo propio y en las sabias palabras de Vicente Rojo acaecido el 17 de marzo: “el respeto al gusto ajeno es la Paz”.
Vicente Rojo es el claro ejemplo de poner en en alto del nombre México a través del color y el contraste de figuras geométricas y abstracciones como aportación al patrimonio cultural de México y la humanidad, dejando una semilla a las generaciones.