El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que la modificación de contenidos en los libros de texto gratuito de nivel escolar básico es para reforzar temas como la historia y los valores humanos que fueron eliminados por los gobiernos anteriores, básicamente y para ser exactos se refiere a los gobiernos neoliberales; sí, efectivamente los gobiernos “fifís”.

“Nosotros tenemos que regresar a la historia, que es la maestra de la vida, al civismo, a la ética y sí se van a modificar los contenidos. ¿Cómo vamos a estar enseñando con libros del periodo neoliberal?”, enfatizó el presidente.

Es cierto, todos los libros de texto contienen cargas de ideología, más manifiestas en cursos de civismo e historia. Los primeros trazan los perfiles deseables del “buen ciudadano”, los segundos una perspectiva edificante del devenir de “la patria”, culto a los héroes y desprecio a los pérfidos. No obstante, en casi todas partes se cuidan de no poner en blanco y negro las miradas al pasado; se matizan los semblantes de las personalidades históricas.

No es el caso en México. En el conocimiento oficial de la historia hay paladines —patriotas, virtuosos, de alta moral— y villanos —traidores, perjuros, viles— frente a frente.
Por ejemplo, Guerrero e Iturbide, en la Independencia; Juárez y Maximiliano de Habsburgo, en la intervención francesa; Madero y Díaz en la Revolución,

Hoy, existe una disputa por la interpretación de la historia nacional; el presidente López Obrador está dispuesto a imponer su visión particular, aspira a que sea la hegemónica. Incluye la renovación de al menos 18 libros de texto gratuitos, incluso quiere rediseñar manuales que no existen, como lo documenta Carolina Crowley (SinEmbargo 10/04/21) o erigir una nueva historia de bronce, según Enrique Krauze (Reforma, 04/04/21), que va más allá de la exégesis histórica, incluye nomenclaturas de calles, cambios de fechas para que coincidan con el enfoque revisionista de la Cuarta Transformación.

Salvador García Soto cita la arenga de AMLO el 10 de abril, en Puebla, donde apunta que la versión de la historia en los libros de texto: “va pa’trás”, para explicar “de dónde vinimos y porque estoy aquí” (El Universal, 12/04/21).

“Por qué estoy aquí” es la frase clave. La frase para que las nuevas generaciones vislumbren que viven una cuarta transformación y que ésta es la panacea a todos los males que ha vivido México. Por ello habrá que preservarla puesto que los oscuros intereses de los oligarcas, burgueses, capitalistas, “fifís” ponen en alerta la tranquilidad y estabilidad de una patria llena de amor que se liga más que con el progreso, con la espiritualidad.

Seguro que se aproximan cambios que, más que ser objetivos, exageren las virtudes de los personajes que idolatra el Presidente, sin duda aparecerán el gran Hidalgo y Morelos como los artífices de la libertad e independencia, Vicente Guerrero como el consumador de la independencia más no el traidor y sanguinario Agustín de Iturbide, Benito Juárez como el gran paladín de la ley, Francisco I. Madero el mártir de la democracia y por supuesto Lázaro Cárdenas como el presidente ejemplar que otorgó a los mexicanos la reafirmación de la soberanía nacional y claro, no podrá faltar, Andrés Manuel López Obrador como aquel Quetzalcóatl que, predestinado por la providencia, trajo una república llena de paz, amor y sobre todo espiritualidad.

Habrá que leer los libros de texto, ¿Tú lo crees?… Ya lo creo que sí.