La sociedad ha tenido que recorrer largo y sinuoso camino, para mejorar de organización. Organizar la sociedad, para ser lo que es hoy, costo millones de vidas desde que apareció el homo sapiens, en esta etapa primitiva no había reglas de organización social. Ya aglutinados en pequeños grupos que registra la historia, va desde: hordas, clanes, tribus, ciudad estado, estado nación y sociedad globalizada.

En las primeras organizaciones se impusieron reglas, preceptos, principios, normas, códigos y más. Después se dictan leyes para regular los excesos del fuerte en contra del débil. El individuo de más poder con la ayuda de grupos más cercanos estableció ordenanzas. El guía del grupo por la fuerza lograba imponer sus decisiones para que otros la ejecutaran, sin embargo, estas imposiciones despertaron inconformidades y empezaban las pugnas y hasta guerras para desprenderse el yugo impuesto.

“Una Ley, por el sentido mismo de esa palabra, supone la supremacía. Es una regla que están obligados a observar aquellos a quienes se dirige. Se trata de una consecuencia de toda asociación política. Cuando los individuos ingresan en el estado de sociedad, las leyes de esa sociedad deben ser el regulador supremo de su conducta. Si cierto número de sociedades políticas entran en otra sociedad política mayor, las leyes que esta última promulgue conforme a los poderes que le encomiende su Constitución necesariamente deben ser supremas para esas sociedades, así como para los individuos de que están compuestas.” Bernard Schwartz. En su obra Los poderes del gobierno. Volumen I. Poderes federales y estatales.

Por su parte la Asamblea Nacional Constituyente Francesa en su documento La Declaración de los Derechos del Hombre y Ciudadano de 1789, en su artículo sexto establece: “La ley es la expresión de la voluntad general.Todos los ciudadanos tienen el derecho de concurrir personalmente o por sus representantes a su formación. Debe ser la misma para todos, tanto cuando protege como cuando castiga. Siendo iguales ante ella todos los ciudadanos, son igualmente admisibles a todas las dignidades, cargos y empleos públicos, según su capacidad, y sin distinción que la de sus virtudes y sus méritos.”

Las sociedades con el tiempo han comprendido la necesidad de vivir con tranquilidad que le da las leyes, porque por este medio se regula comportamiento de la sociedad e instituciones, solo de esta manera demuestra la solidez de su organización de lo contrario se aplica lo externado por Alejendro Hamilton: “Una constitución débil tiene por fuerza acabar disolviéndose por la falta de poderes necesarios, o por la usurpación de los poderes indispensables a la seguridad pública.”

Cada país se rige por leyes redactadas por acuerdo con sus constituyentes para elegir a sus gobernantes y que les conviene a sus ciudadanos, es el ejemplo de la Constitución Política de los Estados Unidos de América de 1789, relevante por lo siguiente: “ Una constitución es un instrumento escrito por el cual se establecen, limitan y definen, los poderes fundamentales del gobierno y por el cual se distribuyen estos poderes entre varios departamentos para más seguro y útil ejercicio, en beneficio de cuerpo político”. El Magistrado Miller de la Suprema Corte de los Estados Unidos. La sociedad y gobernante que respeta sus leyes y acepta las reglas es de acuerdo a Hamilton “Una Constitución débil tiene por fuerza que acabar disolviéndose por falta de los poderes necesarios o por la usurpación de los poderes indispensables a la seguridad pública”.

Una constitución es, << un principio de gobernanza en el que todas las personas, instituciones y entidades, publicas y privadas, incluido el propio Estado, están sometidas a leyes que se promulgan públicamente, se hacen cumplir por igual y se aplican con independencia, además de ser compatibles con las normas y los principios internacionales de derechos humanos. Asimismo, exige que se adopten medidas para garantizar el respeto de los principios de la primacía de la ley, igual ante la ley, separación de poderes, participación en la adopción de decisiones, legalidad, no arbitrariedad, y transparencia procesal y legal >>

La paz social, el desarrollo económico, la estabilidad política del gobierno es eficaz siempre y cuando se imponga y respete las leyes y la constitución y esto es responsabilidad de la clase política. Respetar la división y la autonomía de los poderes. legislativo, ejecutivo y judicial. Cada uno de estos poderes están marcados por sus funciones y atribuciones en la Constitución Política de los Estados Mexicanos, están para colaborar uno para los otros sin que uno este superditado al otro. Como bien lo marco el filósofo político francés Louis de Secondand, Varón de Montesquieu: “No hay ninguna libertad, si el poder judicial no está separado del legislativo y el ejecutivo”. Cuando el poder ejecutivo propone cambiar leyes ya establecidas se atenta la libertad, los derechos y políticos.

Elías Díaz García, jurista, escritor especialista en filosofía en derecho, autor de una veintena de títulos referente al tema y poseedor de diversos doctorados Honoris Causa: por la Universidad Carlos III, Universidad de Milán, Universidad de Granada, Universidad de Alicante; Director del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. Académico de la Universidad Autónoma de Madrid España.

En su obra Estado de Derecho y sociedad democrática plasmó, << no todo Estado es Estado de Derecho>>, el verdadero Estado de Derecho tiene las siguientes características esenciales: imperio de la ley, división de poderes, sujeción de la Administración a la Ley y al control Judicial, y al derecho y libertades fundamentales para los ciudadanos.” Así pues, es nuestro derecho y deber de ciudadano que esto último sea una realidad.