Una larga fila de automóviles se aglomera en las inmediaciones del Panteón Municipal de Pachuca, que mientras esperan para poder acceder al lugar, buscan un ramo de flores entre los más de 10 puestos que hay a las afueras del sitio, mientras que el personal del ayuntamiento ayuda a agilizar el tránsito y da el paso a los peatones.

Al llegar a la puerta del cementerio, las dos opciones de entrada son a pie o con carro, cuyo costo de acceso es de 20 pesos, mismos que cobra un joven mientras que otro hombre aplica gel antibacterial y toma la temperatura de las personas que desean ingresar a cualquiera de las tres secciones del camposanto.

De acuerdo con la presidencia municipal de Pachuca, en días pasados se informó a la población que durante este fin de semana y este domingo que se festeja el Día del Padre, la ciudadanía podría acudir al panteón, con un aforo máximo del 30 por ciento de su capacidad total.

Ante ese panorama, la administración del establecimiento dio a conocer que ese 30 por ciento es igual a mil 500 personas, por lo que estas son contabilizadas y una vez que se llega a ese número se cierran las puertas y esperan a que la ciudadanía desaloje el sitio para que otro grupo de visitantes pueda ingresar.

“Hacemos todo lo que está en nuestras manos, aplicamos las medidas que nos marcaron las autoridades, pero es difícil porque no todas las personas hacen caso al uso correcto de cubrebocas y la pandemia no se ha terminado”, narró un trabajador del cementerio.

Con el propósito de que fluya de manera más rápida el tránsito en el acceso, los trabajadores de este indican a cada una de las personas que la salida se debe realizar por la parte de arriba del camposanto, para evitar contraflujo de vehículos.

Por su parte, la señora Carmen, quien acudió al sitio, celebró la medida del ayuntamiento de dar oportunidad a la población de acudir al Panteón a dejar flores a sus familiares y pidió a las personas que asistan, acatar las disposiciones sanitarias.

En esta oportunidad, las y los visitantes arribaron a las tumbas de sus familiares finados para darles limpieza, acomodar algunos ramos de flores y a convivir en familia, con los que ya no están en el mundo terrenal.