Galdino Rubio

“A todos los socialistas les deseo: La abundancia de Venezuela, el salario de Cuba, la justicia de China y la libertad de Corea del Norte” Mario Vargas Llosa.

Durante toda la edad media o periodo de oscurantismo, el poder absoluto se repartía en dos partes, la monarquía y el clero.

A la caída de este régimen, se abrió espacio una nueva clase, que fue la burguesía, aquella que se fue consolidando desde el comercio, que a su vez originó el mercantilismo, después con la invención de las máquinas de vapor y la incipiente tecnología, tuvo su génesis la primera revolución industrial, a partir de ahí nacen los dueños de las fábricas y con el ferrocarril y la industria naviera, se genera un creciente comercio internacional y un fortalecimiento de la clase empresarial y aparejado el sector financiero, léase los bancos y banqueros. En resumen, el capital, los capitalistas y su imperio.

El fin del siglo XIX trajo aspectos que vale el espacio resaltar. Fue un período de grandes cambios. La ciencia y la economía se retroalimentarían. El término “científico” se acuña en 1833, creado por William Whewell. Las ideas del siglo XVIII, fomentan en el XIX, las bases para las revoluciones burguesas, que se ubicaron en el mundo mediante el imperialismo. El imperialismo trata de establecer, mediante el poder del voto, alianzas con el movimiento obrero. Surgen las corrientes de pensamiento como el idealismo absoluto; el materialismo dialéctico, el nacionalismo y el nihilismo (proceso histórico de desvalorización de los valores considerados como supremos, acontecimiento que se basa en el hecho anunciado por éste de la muerte de Dios, según F. Nietzsche).

En Europa se da el ocaso de las monarquías absolutas y nace la democracia censitaria (el voto a personas seleccionadas por ciertos requisitos). Se expanden las repúblicas, los liberales y las ideas liberales. Surge la idea de izquierda y de derecha, a partir de la Revolución Francesa. El gran debate del positivismo y el materialismo histórico. El primero en defensa de concebir el desarrollo como un proceso ordenado. El segundo en que es resultado de los conflictos entre los estratos sociales.

Surgen también filósofos economistas, que dan impulso a las nuevas corrientes, entre otros, Adam Smith, David Ricardo, John Stuart Mill, y en exacta contraposición a estos, surge en 1867 la obra de Karl Marx “El capital, crítica a la economía política” en su primer tomo y el segundo y tercero, hechos por su colega Friedrich Engels, entre otros. Ya en el siglo XX toman impulso las teorías de John Maynard Keynes.

La historia de la humanidad ha sido una constante lucha de clases, lucha que tiene su marco entre los dominantes y los dominados. Por esa razón cada vez, con mayor violencia, durante el siglo XX, se han presentado distintos eventos, verdaderamente infernales.

A mediados del siglo XIX, la Liga de los Comunistas, encargó un manifiesto a Karl Marx y Friedrich Engels, mismo que fue publicado en Londres el 21 de febrero de 1848, con el título de (Manifest der Kommunistischen Partei,) llamado simplemente el Manifiesto comunista. Este documento y su contenido, sentó las bases del Marxismo, incluyendo la concepción materialista de la historia.

La revolución proletaria, no tuvo los mismos objetivos que tuvo la revolución burguesa. El manifiesto señalaba la desaparición de la burguesía, la que creció por medio de su emprendimiento (sus empresas) y la victoria del proletariado, como “igualmente inevitables”.

La ideología social, política y económica que promueve el Comunismo, es la formación de una sociedad sin distinción de clases, sin pobres ni ricos. La lucha de clases consiste en abogar por llegar a socializar (compartir) los medios de producción, que son las herramientas necesarias para producir. Con esto se extingue el derecho a la propiedad privada, pues en su concepción, esta debe dejar de existir. Entonces la clase trabajadora ostentaría el poder absoluto, sin quien los controle.

Los autores esbozan un programa general de 10 propuestas de expropiaciones, políticas fiscales, medidas jurídicas y reorganización de la economía y de la educación a ser aplicado por el proletariado erigido en clase dominante. Que son las siguientes (1).
Expropiación de la propiedad de la tierra y empleo de la renta de la tierra para los gastos del Estado.

Fuertes impuestos progresivos.
Supresión del derecho de herencia.
Confiscación de la propiedad de todos los emigrantes y sediciosos.
Centralización del crédito en manos del Estado por medio de un Banco nacional con capital estatal y monopolio exclusivo.
Centralización del transporte en manos del Estado.
Multiplicación de las fábricas nacionales, de los medios de producción, roturación y mejora de terrenos con arreglo a un plan colectivo.
Proclamación del deber general de trabajar; creación de ejércitos industriales, principalmente en el campo.
Articulación de las explotaciones agrícolas e industriales; tendencia a ir borrando gradualmente las diferencias entre el campo y la ciudad.
Educación pública y gratuita de todos los niños. Abolición del trabajo infantil fabril en su forma actual. Unificación de la educación con la producción material, etc.

El ejemplo clásico sobre la aplicación de esta doctrina, fue la entonces Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas, que inició su revolución en 1917, en plena primera guerra mundial para deponer, más bien, asesinar al Zar Nicolás II, emperador de todas las Rusias, Rey de Polonia y Archiduque de Finlandia, el último descendiente de los Romanov, de una larga dinastía de 300 años de vida.

La razón sustancial de la revolución: la pobreza, el analfabetismo, la exclusión social o desigualdad, población sin acceso a sistemas de salud. En síntesis, la diferencia entre pobres y ricos era como el día y la noche.

Esta forma de gobierno duró de 1917 (Revolución Rusa) a 1991 (Disolución de la Unión Soviética).

La reflexión para esta ocasión.
La economía se convirtió en un verdadero desafío, no superado, que terminó sepultando a la Unión Soviética. País que ocupó la sexta parte de territorio del mundo. Así que, no fue su problema lo escaso de recursos, sino más bien, la administración de su economía.

Su extensión territorial es 2.5 veces más grande que la de su gran rival, Estados Unidos. En el momento de su desmoronamiento, eran 15 repúblicas con 287 millones de habitantes, y con alrededor de 100 nacionalidades, que consumían per cápita 98 kilos de papas al año. Producían 11.7 millones de barriles diarios de petróleo. Los Estados Unidos producían 7.6 millones. La URRS era uno de los tres mayores productores de crudo del mundo. Consolidó un ejército de 5.1 millones de soldados (4).

¿Por qué cayó? Por la terrible burocracia y la constante represión ideológica. Se convirtió en ostentosa, ineficiente, sin dar los resultados por los que se dijo que fue creada y se convirtió en un monstruo atemorizante.

Los cambios se hicieron arriba, anunciando la perestroika, pero fue la presión desde abajo lo que acabó con el sistema soviético (2).

Ese periodo no fue una tragedia, era algo inevitable. Fue un tiempo duro, oscuro, pero de esperanza, se esperaba lo mejor de esa época (3).

Si le agrada el cine, le recomiendo vea un documental intitulado “El oro de Stalin”.
Por cierto: Con datos del Coneval, tenemos Pobreza en México, 70.9 millones de pobres por ingreso (56.7%). – Pobreza extrema, 9.4 millones de personas (7.6%). En números redondos 80.3 millones de mexicanos en pobreza (5).
Reciba mi cordial saludo. Nos leemos en la próxima.
Galdino Rubio Bordes spgrb19@gmail.com

Fuentes de información.
Marx, Carlos; Engels, Federico. «Manifiesto del Partido Comunista: Capítulo II Proletarios y comunistas». Karl Marx: (Jacobo Muñoz, trad.). Grandes pensadores. Madrid: Gredos. p. 337.
https://es.wikipedia.org/wiki/Manifiesto_del_Partido_Comunista
Mundo Carmen Claudín, inves