Salvador Franco Cravioto

La política no es más que el arte de realizar en cada momento histórico aquella porción del ideal del hombre que taxativamente permiten las circunstancias
Antonio Cánovas del Castillo

En su obra “Del Estado absoluto al Estado neoliberal”, Jaime Cárdenas Gracia apunta que “Lo que hoy llamamos el Estado social, Estado social y democrático de derecho, Walfare State o Estado del bienestar, comprende al menos tres periodos distinguibles: el primero abarca desde los años ochenta del siglo XIX hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial, en donde el Estado social es meramente asistencial y no concibe a los derechos económicos, sociales y culturales como derechos humanos; el segundo se extiende por el período de entreguerras, integra las dos conflagraciones mundiales y concluye con el fin de la Segunda Guerra Mundial y se caracteriza por constitucionalizar derechos sociales y por establecer las bases de la teoría económica para construir un Estado del Bienestar, y el tercero, que va de 1945 al final de los años setenta del siglo XX, en donde en los países más industrializados del mundo se materializa y consolida el Estado del bienestar”.

Decíamos que el neoliberalismo como reacción conservadora frente al Estado de Bienestar -producto de los últimos ajustes liberales de tipo socialdemócrata- a mediados de los años 70 y en México de los 80 y hacia delante es el rasgo que marca la última configuración ideológica del siglo XX de las llamadas izquierda y derecha actuales; sobre todo a partir de la desintegración de la U.R.S.S. en 1991. Debemos decir que Keynes nunca fue partidario del colectivismo ni del modelo soviético marxista – leninista, al que consideraba extremista y de potencial autoritario, pero sí fue crítico al decir que los peores defectos del capitalismo (el capital financiero, la especulación y el rentismo) podían y debían ser combatidos en nombre de la justicia social y el pleno empleo, lo cual incluso propuso con claridad desde la teoría económica y puso en práctica en Estados Unidos para salir de la crisis de 1929. En definitiva, decía que si bien el capitalismo tiende a distribuir de manera desigual y arbitraria la riqueza, podía haber un capitalismo funcional con Estado de bienestar, seguridad social y garantías de una vida mejor y más digna para todos.

Sin embargo en el último tramo del siglo XX el Estado del bienestar comenzó a ser desmantelado, tanto por la acción de los gobiernos de algunas potencias, Margaret Thatcher en Gran Bretaña y Ronald Reagan en los Estados Unidos, como por la recuperación de teorías económicas que volvían a los principios del liberalismo económico clásico, Friedrich Von Hayek, Ludwig Von Mises y Milton Friedman y que hoy conocemos como neoliberales (Cárdenas, 2017), mayormente de las escuelas de Viena y de Chicago, en oposición a la izquierda crítica de la escuela de Frankfurt.

A partir de aquí es oportuno hacer una distinción entre la variación de ideologías que son de tipo económico con las que son de tipo político – social, cuestión que a nuestro juicio debe ser clarificada para no caer en confusiones, ello en razón a que si bien ambas guardan cierta relación tanto lógica como fáctica, no siempre los partidarios de un ala o cuerpo de pensamiento ideológico de tipo económico coinciden con los principios e ideales de tipo político y social que se le pudieran atribuir en determinado momento a las controvertidas etiquetas de izquierda y derecha de finales del siglo XX y principios del siglo XXI.
Continúa…

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