Galdino Rubio Bordes

“El populismo necesita pobreza, ignorancia y fanatismo” ar.pinterest.com
“Un político es el tipo que tiene soluciones cuando está en la oposición y problemas cuando está en el gobierno” Jaume Perich.

“La desigualdad existe porque hay gente más talentosa que otra, más trabajadora, más ahorradora, más creativa y más empeñada en forjarse su destino; menos envidiosa, menos perezosa y menos empeñada en culpar a los demás por sus fracasos y esperarlo todo del gobierno” ar.pinterest.com

La parte sustancial en la ideología del populismo, es toda acción que va en contra de la democracia liberal, a la que acusan de todos los males del país.

Por definición, esta última es una forma de gobierno que consiste en una democracia representativa en la que la capacidad de los representantes electos para la toma de decisiones políticas está sujeta al Estado de Derecho y por lo general se modera por la norma constitucional que, la regula en la protección de los derechos y las libertades individuales y colectivas, estableciendo también medidas restrictivas.

Son muchos los derechos que garantiza la constitución de las democracias liberales, resaltando entre ellos el derecho a un debido proceso, a la intimidad, a la propiedad privada, igualdad ante la ley, las libertades de expresión, de culto, de pensamiento, de prensa y libre asociación. No hay esclavos y se respeta la integridad de las personas. Estos derechos son regulados por la Constitución o por una ley expresa sobre el particular, existiendo incluso, la presencia de asociaciones civiles que refuerzan dichos derechos.

En el comportamiento de la arena política, las democracias conservan la característica fundamental de tolerancia y pluralismo político. Esto genera las condiciones para celebrar, de manera periódica, elecciones libres, pues al coexistir diferentes ideas sociales y políticas diferenciadas que compiten por el poder, la manera más usual es que, se realicen los procesos de elección, donde no hay exclusión a ningún ciudadano por motivo de raza, religión, niveles económicos, niveles profesionales, es simple, los ciudadanos somos iguales ante la ley.

En el presente caso, es necesario precisar que, el término “liberal”, no es alusivo al liberalismo. En la democracia liberal, el asunto se trata de las libertades y que éstas sean respetadas, toda vez que las tutela la misma Constitución política.

El término “liberalismo”, se ubica más con las actividades económicas, el mercado, la demanda, la oferta, la competencia, la innovación y tecnología, mercadotecnia, etc., y, si bien es cierto, que por origen proviene de liberal, no es el caso de aplicación a la democracia liberal, sino más bien, al terreno económico.

Otra peculiaridad en la democracia liberal, es que fija límites en la autoridad gubernamental, lo que entendemos comúnmente como el acto de la separación de los distintos poderes.

El populismo, impulsado por su líder, adquiere un sentido negativo, en razón de que se vale de propuestas falsas sobre la transformación de las bases económicas, políticas y sociales de un país, con la finalidad de conseguir el apoyo social para subir al poder. Esta base social son los sectores sociales más populares, donde los índices de desarrollo humano, son más bajos, y que adquieren el sentimiento de mejorar su condición con las propuestas que presentan los líderes populistas, es decir, viven con la esperanza de mejorar su nivel y calidad de vida. Y en este sentido, el líder, aviva el enfrentamiento de las clases sociales.

Es, tal vez, el lado positivo del populismo, que en la democracia existe pluralidad de pensamientos, y el populismo es uno de ellos, pues todas las corrientes de pensamiento distintas al partido en el poder, tienen tolerancia, por supuesto en una democracia liberal.
No obstante, el término “populismo”, se utiliza en la retórica política, con sentido peyorativo, para insultar y denigrar a los adversarios políticos.

Para América Latina, se han formulado cuatro definiciones del término “populismo”: estructuralista, económica, político-estratégica y discursiva, de acuerdo con las notas en https://es.wikipedia.org/wiki/Populismo.

Como estructuralista se reconoce como un tipo de régimen político, sustentado en una alianza multiclasista y con un líder carismático, y que tiene como objetivo la implementación de un modelo de desarrollo de industrialización por sustitución de importaciones.

Económica. Tiene un sentido peyorativo, pues identifica al populismo con un conjunto de políticas macroeconómicas que se promueven para ganar elecciones, pero que, una vez implementadas, terminan por generar niveles de gasto insostenible y tarde o temprano, desencadenan grandes políticas de ajuste.

Político-estratégica. Esta definición, concibe al populismo como liderazgos personalistas capaces de movilizar una gran cantidad de votantes, aún sin estar vinculados, y también son capaces de estructurar una maquinaria electoral con escasa institucionalidad, que es dirigida, ni más ni menos, por el mismo líder en persona. Por eso es común y de esperarse, que las instituciones sean, sistemáticamente descalificadas y vinculadas a una deshonesta actuación.

Discursiva. En este concepto se define la construcción de una identidad popular que articula una serie de demandas insatisfechas, y que ello se debe a una élite que se opone a los designios del pueblo.

La reflexión en esta ocasión es que simplemente el populismo, presenta como uno de sus rasgos, el desprecio a los profesionales de la política; el rechazo a los intelectuales; a los profesionistas de cualquier área de la ciencia; expresa desconfianza en las instituciones públicas existentes; conserva un diálogo directo entre la dirección del movimiento y la base social; fuerte voluntad de movilización y participación; retórica nacionalista; liderazgo caudillista; establece dos campos homogéneos y antagónicos, el pueblo puro frente a la élite corrupta y de hecho, la política, es la expresión de la voluntad general del pueblo. La democracia solo existe en el discurso, pero en su estricto sentido, tendrá que esperar una mejor oportunidad.

Por cierto. Nos participa el Dr. Héctor Aguilar Camín, en su artículo Dialéctica de la noche triste y la noche victoriosa, que el gobierno de la Ciudad de México, renombró el famoso “Árbol de la Noche Triste” como “Plaza de la Noche Victoriosa”, simplemente cambiaron una placa por otra, en ese punto donde se ubica un ahuehuete y que fue ahí, donde el 1 de julio de 1520, Cortés habría llorado su terrible derrota. Se dice que no se debe celebrar la derrota de los españoles, sino conmemorar la victoria de los mexicas. El hecho en esa noche no motivó a Cortés hacia la tristeza, que ciertamente la vivió, sino que también lo determinó a la revancha y regresó un año después, en 1521, con sus huestes Tlaxcaltecas y arrasó Tenochtitlan.

Le envío mi cordial saludo. Nos leemos en la próxima.
Galdino Rubio Bordes spgrb@gmail.com