Relatos Covid
Bethel García Vargas
La última semana en México ha sido una de las más catastróficas, empezado desde la madrugada el martes cuando en Hidalgo se desbordó el Río Tula, inundando y dejando sin patrimonio a varias familias del centro del municipio de Tula; ese mismo el día, pero en la noche, se registró un sismo de magnitud 7.1 en la escala de Richter, el cual tuvo su epicentro en Acapulco, pero el movimiento telúrico se sintió hasta la capital hidalguense y otros municipios del estado, donde al parecer no hubo afectaciones mayores ni decesos de personas.
Personalmente a mí me tocó en Plaza Juárez, leía una publicaciones en mi Facebook que decía que había temblado, alcé la mirada y apenas empezaba a sentirse el movimiento de un lado a otro, se sentía como mi cuerpo se moviera en vaivén hasta que finalmente pasó. Inmediatamente después traté de hacer llamadas y localizar a las personas que me importan, pero no salían ni textos por whatsapp, lo único que funcionaba eran los mensajes así que por ese medio localicé a mi familia para saber cómo estaban; afortunadamente estaban bien, solamente el susto.
A la hora de que sucedió el sismo me empezó un dolor de cabeza, tal vez por todo el movimiento y tensión que generó ese evento, y sin embargo esa misma noche imprimí mi comprobante de vacunación porque, sí, el miércoles recibí la segunda dosis de la vacuna Sinovac y por fin pude completar mi esquema de vacunación, y con eso me siento más segura y protegida, honrando la memoria de los que no pudieron tenerla porque aún no estaba lista.
Efectos segundarios: he sido muy afortunada, pues solo me dio un poco de sueño y dolor de brazo 2 días, no tuve fiebre o malestar general de cuerpo. Realmente me fue muy bien y me sentí bien.
Ha sido una semana muy complicada para Hidalgo, especialmente para la zona del Valle del Mezquital, pues las intensas lluvias hicieron que los ríos se desbordaran y muchas familias tuvieron que salir de sus hogares para preservar su vida y muchas otras perdieron todo, hubo algunas personas fallecidas por la interrupción de la corriente eléctrica, ha sido una tragedia para todos, pero sé que aunque tarde la reconstrucción y limpia de los municipios inundados, saldrán adelante. Anoche veía un video en el que a pesar de que acaban de sufrir una inundación una pareja se comprometió, y eso es causa de alegría.
Y bueno para terminar la semana de locura, el día de ayer se desgajó el cerro del Chiquihuite en Tlalnepantla, Estado de México, cayó sobre viviendas y hay personas desaparecidas. Creo que eso se debe a las intensas lluvias que ablandan la tierra de los cerros y con el movimiento se pueden provocar catástrofes. Lo que nos queda es cuidarnos, y dentro de nuestras posibilidades ayudar a las personas que han quedado damnificadas por todos estos eventos.
Seamos solidarios como se ha demostrado siempre en México en tiempos difíciles, se acercan las fiestas patrias, pero no para todos será una celebración, Sigamos cuidándonos de todo lo que nos rodea, ya que en esta temporada no solo el virus es un peligro sino todos los fenómenos naturales que la tierra nos presenta.
Nos leemos la siguiente semana. Si quieren compartir alguna experiencia les dejo mi correo en la parte de abajo de este párrafo.
bethgva@gmail.com