Galdino Rubio Bordes

“La diferencia entre un hombre inteligente y uno tonto, es que el primero se repone fácilmente de sus fracasos, y el segundo nunca logra reponerse de sus éxitos». Sacha Guitry.

La tontería es la más extraña de las enfermedades. El enfermo nunca sufre, los que de verdad la padecen son los demás. Paul-Henrl Spaak.

“De tres maneras podemos aprender: en primer lugar, por la reflexión, que es la más noble; en segundo lugar, por imitación, que es más fácil; y en tercer lugar por la experiencia, que es la más amarga». Confucio.

Dos fechas, en mi opinión, deberíamos festejar con la misma intensidad, la del 16 de septiembre, que representa el inicio del movimiento de independencia y la del día 27 de septiembre, es decir, nuestro 11, 11, pues, 11 años y 11 días después de iniciada la guerra, logramos firmar, acordar y aceptar nuestra independencia y constituirnos como un país, independiente, soberano, y libre, con todos los retos que esto ha representado.

A la medianoche del 15 al 16 de septiembre, a los mexicanos nos gusta ir a dar el tradicional “grito de independencia”, o, como en esta temporada de pandemia, hacerlo en nuestros hogares.

Cada quien tiene su manera de sentir y vivir este momento. Por supuesto, lo acompañamos con una rica cena mexicana, en la que, transitan los verdaderos manjares, de nuestra mundialmente reconocida cocina mexicana. No puede faltar, aunque sea, un “tequilita” para la buena digestión.

El día 16 de septiembre, disfrutamos el habitual desfile que organiza el gobierno federal, con las fuerzas armadas y diferentes grupos representativos, como los charros, entre otros.
El pasado 16 de septiembre, en el desfile, la asistencia del Sr. Díaz-Canel, presidente de Cuba, fue motivo de fuertes opiniones, por el rechazo a su presencia en un día tan especial y sensible para los mexicanos, por celebrar nuestra libertad. Por supuesto, las opiniones están a favor y en contra.

El Sr. Díaz-Canel representa un gobierno autoritario, diría dictatorial, que ha agotado las libertades esenciales de las personas, y violentado los más elementales derechos humanos, del pueblo que gobierna.

Circularon en las redes sociales las imágenes de policías al servicio del estado, golpeando a ciudadanos desarmados, prácticamente indefensos, con los cráneos sangrantes y maltratados, como si fueran delincuentes de lesa humanidad. Madres con su rostro en lágrimas observando que sus hijos son encerrados, sin el mínimo respeto a su derecho procesal y sin conocer su destino.

En su mensaje al pueblo mexicano, celebra 62 años de resistencia ante el imperialismo yanqui. Proceso que, no pasa una simple revisión, pues el dichoso bloqueo norteamericano, es directa responsabilidad del gobierno cubano.

La isla no está rodeada de barcos norteamericanos. Cuba, país con 11 millones de habitantes, comercia e intercambia mercancías con todo el país que guste. Por ejemplo, lo hace con China, Alemania, Países Bajos, Rusia, Canada, Italia y Estados Unidos. Con este último, solo dos datos: el 66% del pollo y el 50% de la soya, que se consume en la isla, proceden de los Estados Unidos, son un promedio de 260 millones de dólares anuales.

El “bloqueo” lo genera el régimen en el gobierno, que prohíbe la propiedad privada. Una familia no puede tener un restaurante propio, o una tienda de abarrotes, tampoco poder rentar una habitación de su vivienda al estilo Airbnb. Ni soñar con una farmacia. Las medicinas están disponibles, pero se encuentran “bloqueadas” por el régimen. Todo es del “estado” o del régimen dictatorial, que dicen ser gobierno.

Otro ejemplo. El gobierno norteamericano sí permite que las empresas privadas, como AT&T o Verizon, por citar algunas, puedan ir a Cuba a instalar el servicio de Internet. El único problema es que el régimen, no lo permite, lo prohíbe, porque perdería el control de la comunicación. El gobierno controla todo. No puede haber otro servicio de internet, que no sea el del régimen, para espiar y conocer la comunicación de todas las personas.

Coloquialmente, decimos que las personas piensan con la cabeza, en alusión a la inteligencia y la razón, es decir, tranquilo, objetivo, diplomático, organizado, motivado, metódico.

Con el corazón, cuando afloran sus buenos sentimientos y lo hace abnegado, autodisciplinado, incluso analítico, atento, cálido, amistoso.
Colérico o hepático, cuando decide voluntarioso, independiente, sarcástico, impetuoso, dominante, impositivo, cruel.

La reflexión para esta ocasión, que me planteo es: ¿Con cuál órgano de nuestro cuerpo se tomó la decisión de invitar al Sr. Díaz-Canel a nuestro país, en tan significativa fecha para los mexicanos? Pues, dicho sea de paso, en esta celebración, todos festejamos.
¿Qué hubiera sucedido si se realizara una encuesta para preguntar al pueblo bueno y sabio, si estaríamos de acuerdo con esa visita?

Seguramente, nuestro presidente tiene sus razones para haberlo realizado, que por supuesto, al igual que “los otros datos”, no las comparte. Respetemos su decisión.
Por cierto: En las últimas 24 horas, fallecieron 200 personas y se contagiaron un poco más de 4 mil, por el COVID-19. Estos también son hechos, no palabras.
A seguir cuidándonos.

Les envío mi cordial saludo.

Galdino Rubio Bordes. spgrb19@gmail.com