Por: Parly Roque

 

A finales de esta semana y para ser más precisos el día viernes, es el último día del mes y del año, por ello aprovecharemos a retomar un tema que en ocasiones pasadas ya habíamos abordado, pero qué sigue siendo un tema de bastante interés.
El tema del que se trata, es el relacionado con el fenómeno social de la migración, este fenómeno ha sido un constante en nuestro país y por supuesto también en nuestro estado, pues desde la perspectiva de muchos, nuestros gobernantes no han desarrollado buenas oportunidades para todos los ciudadanos, es por ello que, desde mi opinión, los migrantes mexicanos abandonan su lugar de residencia por esa falta de oportunidades, pues no ha habido una buena distribución de la riqueza del estado Mexicano y aún se encuentra muy marcada la división entre los que tienes los medios y las posibilidades de desarrollo social, económico y personal dentro de su entorno y de los que tienen que buscar esas oportunidades y por alguna u otra cosa no logran conseguir un desarrollo óptimo en su entorno y se ven obligados a migrar a algún otro país, donde tengan esa posibilidad, lo más común es migrar al país vecino del norte, Estados Unidos, un país llamado por muchos como la Jaula de Oro, pues esa analogía de lo que viven los migrantes es muy atinada, sin embargo, todo sacrificio es aceptado con la única intención de mejorar su oportuno desarrollo de él y de todos los suyos. Según un censo, se calcula hay un aproximado de 368 mil hidalguenses migrantes en Estados Unidos, cifra que a mi consideración es alta y una llamada de atención para crear más políticas públicas e instituciones especializadas en este tema.
Ahora bien, hablando desde mi propia experiencia, al venir de una familia en la que tíos, primos y padre han sido parte de la estadística migrante en el estado, les puedo hablar de primera mano los obstáculos por los que deben de pasar los migrantes para obtener un buen salario y lograr el llamado Sueño Americano, pues va desde la carga emocional que conlleva tener lejos a su familia, hasta la barrera del lenguaje que se vive los primeros años.
Por ello es que soy muy insistente en resaltar que ningún ciudadano Mexicano debe de migrar de su país por falta de oportunidades, la migración debe realizarse por otros motivos, pero nunca por no poder obtener un desarrollo pleno en su ciudad de origen. Desde aquí mandamos un mensaje a nuestros legisladores y gobernantes, para que por un lado, legislen en materia de protección a migrantes y por el otro lado, los gobernantes realizar un mejor trabajo y fomentar la inversión para que con ello los empleos crezcan y haya más posibilidades de obtener un óptimo desarrollo en la Ciudad de origen.
Por ahora me despido y como siempre espero que me compartas tus comentarios en mis redes sociales.

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