Bethel García Vargas

En esta última semana en la que el repunte de casos covid-19 por la variante Ómicron, me ha puesto a pensar y reflexionar que la luz al final del túnel que les comentaba hace unas semanas no se encuentra tan cerca como se esperaba, pues nuevamente en las vacaciones decembrinas se realizaron fiestas y salidas multitudinarias, en donde muchos convivieron con personas fuera de su núcleo cercano, lo que desencadenó que probablemente personas asintomáticas o con síntomas leves de una “gripa” salieran y no les importara contagiar.

Y en estas primeras semanas de enero vienen las consecuencias, si bien es cierto que esta última variante del covid-19 no es mortal o de complicaciones que te pueden llevar hasta el hospital, es mucho más contagiosa, y sus síntomas pueden ser confundidos con una gripa o resfriado, pues ataca a las vías respiratorias altas, lo que se traduce en la nariz, garganta y faringe, no llega a los pulmones causando neumonía atípica, pero precisamente por esto al parecer se han bajado las medidas de cuidado, que exista esta modalidad ahora en el virus no significa que las otras variantes o cepas hayan desaparecido.

Los hospitales se han vuelto a saturar, se siguen escuchando que un amigo, vecino, conocido o familiar está contagiado, y en la colonia donde vivo cuando salgo por alguna cosa a la tienda, sigo viendo que viene el camión de los tanques de oxígeno a surtir oxígeno a alguna persona que lo necesita, y bastante bien que conozco esos tanques pues eran los que hace un año aun traían oxígeno para mi papá, y ciertamente se siente muy feo que otra familia está viviendo todo eso.

El pensar en que en algún momento por cualquier razón me pueda volver a contagiar, aunque sea de la cepa más leve, me provoca una sensación de tristeza, pues no pienso tanto en mí, sino en las personas que me rodean y que son mucho más inmunes que yo, me dan ganas de llorar y aislarme por completo, a lo mejor me está volviendo el trauma de aquella vez, he leído que cuando se tienen experiencias así, cuando se recuerda aquel momento es como si un día antes hubiera pasado, y a veces el cerebro humano es tan sabio que puede bloquear las cosas que nos han atormentado para dar paso al presente y continuar viviendo.

Los invito a que sigan cuidándose, el Ómicron no es la única cepa que existe en nuestro país del covid-19, si llegan a tener malestares como si fuera resfriado acudan a su médico, hace un par de días escuchaba decir a un doctor, toda gripa ahora se debe tratar como si fuera covid hasta que se demuestre lo contrario, sabemos que esta enfermedad llegó para quedarse, lo que nos queda a nosotros es adaptarnos y tratar de darle a nuestro cuerpo las herramientas para poder luchar contra el virus, así que, si ya es momento de que reciban su tercera dosis o incluso si no se han vacunado, aun es momento de hacerlo, consulten en su centro de salud más cercano o acudan a cualquier centro de vacunación covid para que les informen si pueden ser vacunados en ese momento o a donde tienen que acudir, el vacunarse salva vidas, disminuye la mortalidad, los hospitales que están saturados, en su mayoría son por personas que no se han querido vacunar, cuando fue la epidemia de 2009 y nos dijeron que la vacuna de la influenza era la que nos salvaría, no recuerdo que alguien hubiera puesto un pero para ponérsela con tal de evitar la enfermedad, seamos responsables.

Sigan usando el cubrebocas correctamente, eviten las aglomeraciones, lávense siempre las manos al volver de la calle, y tomen vitaminas para fortalecer su cuerpo. Hasta la próxima.
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