En esta última semana el repunte de casos Covid-19 por la variante Ómicron me ha puesto a pensar y reflexionar que la luz al final del túnel que pensaba se vería no se encuentra tan cerca como se esperaba, pues nuevamente en las vacaciones decembrinas se realizaron fiestas y salidas multitudinarias, en donde muchos convivieron con personas fuera de su núcleo cercano, lo que desencadenó que probablemente personas asintomáticas o con síntomas leves de una “gripa” salieran y no les importara contagiar.
En estas primeras semanas de enero vienen las consecuencias, si bien es cierto que esta última variante del covid-19 no es mortal o de complicaciones que te pueden llevar hasta el hospital, es mucho más contagiosa, y sus síntomas pueden ser confundidos con una gripa o resfriado, pues ataca a las vías respiratorias altas, lo que se traduce en la nariz, garganta y faringe, no llega a los pulmones causando neumonía atípica, pero precisamente por esto al parecer se han bajado las medidas de cuidado, que exista esta modalidad ahora en el virus no significa que las otras variantes o cepas hayan desaparecido, los hospitales se han vuelto a saturar, se siguen escuchando que un amigo, vecino, conocido o familiar está contagiado.
Conozco varias personas que tienen todos los síntomas de covid, y que se han hecho varias pruebas, pero están arrojan negativo, esto es porque las pruebas rápidas de antígenos no detectan esta variante tan rápido te tienes que hacer la prueba de PCR.
Vi en las noticias que hay varios casos de niños, con covid y que están graves, cuídalos no los expongan, en mi opinión estaría bien que la modalidad en las aulas sea virtual de aquí hasta junio, y que haya una verdadera conciencia para que se acabe la covid.
Te mando un fuerte abrazo cuídate y cuida a los que te rodea, que esto aún no acaba, te espero la próxima con nuevos temas que estaré abordando, bye.
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