Zaid González
Perder la custodia de un hijo es una de las condenas más difíciles de afrontar por una madre o un padre.
El bienestar del menor debe ser la principal preocupación de los padres en el proceso de ruptura y después de la misma ya que el hijo es el principal perjudicado y quien sufre las consecuencias de esta perdida.
La guarda y custodia es parte integrante de la patria potestad. La patria potestad se refiere a la representación general y administración de los hijos menores de edad, la cual se ejerce por ambos progenitores, estén o no divorciados.
En cambio la guarda y custodia se refiere a la convivencia diaria con los hijos. En caso de una separación o divorcio, la custodia se le atribuye a la madre, al padre o a ambos de forma compartida. La patria potestad suele seguir estando compartida por ambos progenitores, con independencia de que solo uno tenga otorgada la custodia.
En el procedimiento de divorcio y después de dictar sentencia, uno de los progenitores puede perder el derecho a convivir con su hijo. En el procedimiento de divorcio se adoptan medidas sobre los menores, entre ellas la decisión de otorgar la guarda y custodia a uno de sus progenitores, ello si se acredita que alguno de estos es perjudicial para los hijos. Todo lo anterior por el interés general de garantizar que los hijos no se vean afectados por las malas decisiones o actuaciones de los padres. Con ello se pretende, que los menores tengan un adecuado desarrollo emocional, personal y social.
Dicho lo anterior, lo principales motivos por los que se pueden denegar o privar a un progenitor la custodia de sus menores hijos son:
1. Tener un estilo de vida desorganizado que afecte la estabilidad del menor.
En materia de separación y divorcio, lo primordial es el bienestar y el adecuado desarrollo de los hijos.
El comportamiento desorganizado o peligroso del padre o la madre que ponga en peligro la estabilidad del menor puede suponer la pérdida de la custodia, así como si es la nueva pareja de alguno de los progenitores quien pone en peligro la seguridad del menor, también podrá perder la custodia.
2. Desatender los cuidados necesarios del menor.
Hasta la mayoría de edad de los hijos, es responsabilidad de los padres atenderlos y cuidarlos diariamente, por lo cual es motivo para ser privado de la custodia del menor el desatender los cuidados principales de los hijos.
Entre los cuidados principales, destacan la alimentación, higiene, atención médica, seguridad y la escolarización.
3. Cambio de lugar de residencia que afecte el desarrollo del menor.
La estabilidad en el entorno social, educativo y familiar es fundamental para el adecuado desarrollo del menor.
El progenitor que tenga la custodia podrá perderla si este traslado de residencia cambia radicalmente la vida del menor.
4. Síndrome de alienación parental.
Esto consiste en un trastorno mental del menor provocado por la manipulación de uno de los progenitores contra el otro.
Si uno de ellos pretende destruir la relación del menor con su otro progenitor, utilizando mecanismos emocionales, podrá perder la custodia del menor como consecuencia de la mala influencia.
5. Conductas violentas con los hijos o tener antecedentes por esta causa.
Uno de los principales motivos de la perdida de la custodia de un hijo es el abuso infantil, físico o psicológico.
Es más razonable que si un progenitor agrede o ha agredido físicamente o psicológicamente a un menor, pierda el derecho a vivir con él.
6. Tener alguna adicción importante que afecte a su capacidad para dedicarse al menor.
El consumo habitual de drogas o alcohol es motivo justificado para que el padre o madre pierdan la custodia de los menores hijos.
7. Ingresar a un centro penitenciario.
Si un progenitor ha cometido un delito y tiene que ingresar en prisión, la custodia pasará inmediatamente al otro progenitor si se reúnen las condiciones necesarias.
De no considerarse adecuado al otro progenitor para ejercer la custodia, el menor será entregado a los servicios sociales.
En asuntos tan delicados y complejos como la custodia de los hijos, es recomendable contar con el asesoramiento de expertos, ya que alguien con amplia experiencia siempre contará con las herramientas y conocimientos adecuados para defender los intereses de los menores de la mejor manera posible.
Zaid González CEO de Firma Legal Horbat Cromwell
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