Hay estudios que demuestran que muchas de las personas que están en el presente en tu vida no estarán dentro de cinco años, otros que dicen que una amistad que ha perdurado por más de siete años tiene mayor probabilidad de permanecer por décadas.

Todos y todas hemos tenido diversos tipos de amistades y sabemos que algunas son meramente por situación y que al cambiar las circunstancias el estado de la relación y la frecuencia cambian, algunas terminan también porque cambiamos y dejamos de estar en la misma frecuencia o en el peor de los casos debido a una decepción o deslealtad.

¿Qué es lo que hace que ciertos lazos de amistad permanezcan, incluso frente al tiempo y la distancia? Porque en ocasiones, a pesar de los cambios de la vida, las exigencias o diferencias entre los horarios, incluso si ya no tenemos actividades en común o hemos elegido nuevos intereses, hay amigos y amigas que siguen siendo muy cercanos y cercanas, qué pasa el tiempo y nos encontramos con la misma confianza e intimidad como si la última vez que nos vimos hubiera sido ayer.

Esta es la amistad que no se afecta por nada que no sea importante y en donde los desacuerdos se solucionan de frente, donde el cariño y el respeto son intocables.

Yo con el tiempo he aprendido que la amistad requiere pasar por ciertos filtros, que a veces nos entusiasmamos demasiado pronto considerando que se ha coincidido con un nuevo amigo o amiga, pero que no en todos los casos esa relación trasciende, es más que se puede terminar deseando distancia o lamentando haber confiado tanto y tan rápido.

Y sobre todo, considero que independientemente de cuanto haya durado una amistad o de su calidad es de buena madera conservar intactas las confidencias antes compartidas, aún si se elige dar fin a esa relación.

Es válido reconocer que el momento de una amistad ha terminado y decirlo o distanciarse de la mejor manera posible y si hubo conflicto cerrar con respeto y no retomar el tema con quien no esté involucrado en el asunto.
¿Cuáles son los filtros que te llevan a considerar que deseas conservar una amistad y hacerlo?

Respeto: no juzgar a tus amigos y amigas, respetar sus ideas, su vida en general.

Romper rumores: Te das cuenta de que alguien es tu amigo o amiga porque no propaga tu vida, porque silencia a quienes te critican cuando no estás presente, al no prestar oídos a lo que otros dicen de ti y por supuesto, menos compartirlo.

Aclarar lo que te molesta de frente, manifestar directamente lo que te desagrada o te lastima emocionalmente y establecer acuerdos de honestidad, prevenir o solucionar conflictos admitiendo cuando se ha tenido un error, enmendarlo y no repetirlo.

Brindar tu amistad desinteresadamente pero con reciprocidad, no es que “te convenga” tener amistad con una persona por su condición económica o laboral, sino que te gusta que la persona que es permanezca en tu vida y tú en la suya. La amistad como todos los vínculos sanos debe incluir reciprocidad, “hoy por ti, mañana por mi” no como deuda sino en respuesta al cariño, el tiempo, el apoyo, esto nutre increíblemente las relaciones.

Tus amigas y amigos pueden ser tus fans y tú de ellos sin que nadie se convierta en súbdito, no solo a ti te pasan cosas que quieres compartir o de las que quieres hablar, también tus amigas quieren y necesitan hablarte de sus temas importantes, de sus emociones, de ellas, una amistad que se quiere basar en monólogos tarde o temprano se vuelve ociosa e interesa poco, o causa resentimiento al considerarse egoísta.
Tus logros y éxitos son importantes y dignos de celebrar como lo son los de tus amistades. Es difícil y casi sin sentido mantener una amistad que nunca se ocupa de preguntarte cómo estás y que no se interesa sinceramente por saberlo.

Cuidado con los comentarios hirientes cuando se comparten confidencias, heridas emocionales, relatos de épocas difíciles de la vida, preocupaciones actuales, inseguridades, complejos o secretos, no es correcto hacer comentarios irresponsables o con la intención de lastimar, ¿quién quiere tener una “amistad” así?

La envidia es motivo de separación, dicen que es preferible tener un enemigo declarado que un amigo que te envía en silencio, la envidia daña a quien la vive pero también a quien es envidiado y puede ocasionar serios daños en la vida y la salud de una persona, así que ni pensarlo, ante la envidia es mejor cortar por lo sano con esa supuesta amistad, digo supuesta porque quien te quiere se alegra de tu bienestar, nunca lo contrario.

Amistades que compiten no son amistades, si tienes que estar en desventaja para no ser atacado por un amigo, no hay mucho que hacer, vivir cuidándose de quien dice ser tu amigo o tener que ocultar tu felicidad para que no la quiera sabotearte o rebasarte no es grato ni aporta a tu salud mental, suma más tener menos amigos pero verdaderos.

El tiempo y la vida: Este es el filtro definitivo, para seguir llamando y sintiendo amigo o amiga a alguien es porque esa persona y tú a ella se han demostrado que entre ambos hay respeto, no hay juicios, existe un cariño profundo no envidia, la lealtad es mutua, por ningún motivo se lastimarían aún si decidieran concluir la amistad, pero no hay motivos para hacerlo porque el tiempo y las circunstancias te van demostrando que esa amistad ha estado contigo en los mejores momentos, aplaudiendo tus victorias, abrazándote en la tristeza, luchando hombro a hombro en las dificultades y cuando se construye una amistad sobre bases firmes se cuida y se conserva para toda la vida.

Y algo más, para tener amigos hay que saber ser amigo, si no hay devolución será porque no tenía sentido echar raíces en esa relación, la experiencia nos dice que lo que han construido en la amistad no se derrumba mientras la lealtad sea una de las características no negociables.

Habrá personas con las que coincides y luego ya no, gente a la que cuando se conoce más se desearía no conocer, pero por supuesto, hay amigos y amigas que elegiríamos una y otra vez y para siempre.

En los vínculos de calidad no se dañan entre si, en la amistad verdadera tampoco, si esto ocurre despídete lo más pronto posible… ¿Lo pensé o lo dije?

¡Abrazos!
@Lorepatchen

Psicoterapia presencial y en línea.