Por: Carmen R Ponce Meléndez

La inflación al consumidor mostró una desaceleración en la primera quincena de mayo, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En los primeros 15 días del mes la inflación subyacente —que elimina de su cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles— se ubicó en 7.24 por ciento, en comparación anual.

Dentro de este rubro, los precios de las mercancías encarecieron 9.45 por ciento, mientras que en los servicios el aumento fue de 4.76 por ciento. La tasa anual desaceleró de 7.65 a 7.58 por ciento.

En el rubro no subyacente, la inflación anual fue de 8.60 por ciento. Aquí la mayor presión se dio en el ámbito agropecuario, en donde los precios aumentaron en 12.67 por ciento en comparación con el mismo periodo del 2021, mientras que las tarifas de gobierno y energéticos mostraron un incremento de 3.42 por ciento.

La carestía general anual se colocó en 7.72 por ciento, para dimensionar esta cifra baste mencionar, en igual periodo de 2021, la inflación anual de 6.05 por ciento. Las entidades más afectadas son: Chihuahua, Colima, Aguascalientes y Jalisco.

Mientras que la Canasta básica mostró un incremento en su precio de un 14 por ciento, el doble de la inflación. Una familia de cuatro personas que habita en el medio urbano necesita 7 mil 900 pesos al mes para adquirirla. Si se trata de una familia que vive en el medio rural, son 6 mil 072 pesos mensuales. En ambos casos el valor de la Canasta básica supera el salario mínimo mensual, de 172.87 pesos diarios, 5 mil 255 pesos mensuales.

Destaca el encarecimiento de los medicamentos en comparación interanual:

Medicamentos expectorantes y descongestivos: +11.3 por ciento
Medicamentos dermatológicos: +9.4 por ciento
Medicamentos anticonceptivos (condones) y otros tratamientos hormonales: +9.4 por ciento
Medicamentos antigripales: +8.1 por ciento
Medicamentos para la diabetes: +7.1 por ciento

Si bien es cierto que buena parte de esta inflación es importada por causas que van desde la guerra de Ucrania hasta la interrupción de las cadenas globales de producción derivadas de la pandemia, combinada con los efectos de la guerra, también es indispensable reconocer que sí existe una parte de la inflación doméstica y esa debe tener prioridad en las políticas anti-inflacionarias.

Se dice que es inflación importada porque los factores que continúan presionando al INPC (Índice Nacional de Precios al Consumidor) son externos: escasez de materias primas, alteraciones en las cadenas globales de suministro, tropiezos en el comercio internacional por sanciones y el bajo ritmo de reactivación económica mundial.

Para el Banco de México –institución con la misión de combatir la inflación–, el nivel de precios se estabilizará hasta 2024. ¿El país y concretamente las Mujeres están en condiciones de resistir dos larguísimos años más, empobrecidas por la carestía en alimentos y etcétera, etcétera? NO, mucho menos con la combinación de la política monetaria que un día sí y otro también aumenta la tasa de interés, se prevé llegar a 8.50 o más. Sí, es un fenómeno internacional, pero eso no es consuelo, sino preocupación que debe atenderse aquí en el país.

Respecto a esta política agresiva en las tasas de interés de Banxico (precio del dinero), Carlos Serrano –economista en Jefe del BBVA México– advirtió que dicha política no contendrá la inflación, pero sí afectará la demanda de crédito de las empresas y, por lo tanto, la inversión.

Sin embargo, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell dijo recientemente que habrá tasas elevadas hasta que se controle la inflación, implica que habrá dinero caro por un buen tiempo.

El impacto negativo de esta carestía y sus efectos en la población ya se reflejaron en el índice de confianza del consumidor, formulado por Inegi /Banxico, y con justa razón. En el reporte del mes de mayo el índice general se estancó, es igual al de abril.

¿Cuáles son los renglones más afectados? “Situación económica del país esperada dentro de 12 meses, respecto a la actual” registra una caída de -2.1, en relación al mes de abril de 2021.

“Comparando con el año anterior ¿Cómo cree que se comporten los precios en el país en los siguientes 12 meses?” (-1.6); “Planeación de algún miembro del hogar para comprar un automóvil nuevo o usados en los próximos 2 años” (-1.5); “Posibilidades actuales de ahorrar parte de sus ingresos” ( -3.1), respecto al mes anterior. Expectativas negativas, desesperanza y frustración cuando el salario se lo come la carestía en los precios, con cero posibilidades de ahorro.

En un afán de controlar o moderar esta crecida de precios, a inicios de mayo el Gobierno anuncia la aplicación del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC). Contiene 16 medidas, con una duración de seis meses, para enfrentar los altos niveles de precios; de las 16 medidas hay cinco que directamente tienen que ver con los precios al consumidor:

La estabilización del precio de las gasolinas y electricidad; el congelamiento de las cuotas de peaje en las carreteras; el compromiso de Telmex y Telcel de no subir precios; el arancel cero para 21 bienes de la canasta básica y cinco insumos importados y la elaboración de una lista de 24 productos básicos que tendrán precios “acuerdo”; destaca el anuncio de los aranceles cero, porque abaratará el precio de algunos productos como la carne de pollo, el frijol y la leche.

Adicionalmente se eliminan los aranceles a las importaciones de productos clasificados en 72 fracciones arancelarias, como una medida para reducir sus precios y mitigar el avance de la inflación; la liberalización estará vigente por un año, el cual podrá ser prorrogable por un periodo igual. Esta medida abarca:

Ciertos tipos de aceite de maíz, arroz palay, atún, carne de cerdo, carne de pollo, carne de res, cebolla, chile jalapeño, frijol, huevo, jabón de tocador, jitomate, leche, limón, manzana, naranja, pan de caja, papa, pasta para sopa, sardina, zanahoria, harina de maíz, harina de trigo, maíz blanco, sorgo y trigo. Animales vivos de las especies bovina, porcina, caprina y ovina, además de gallos, gallinas, patos, gansos y pavos.

Su objetivo es reducir la inflación importada especialmente en alimentos, al quitar los aranceles es posible reducir sus precios de importación y/o comercialización.
La eliminación de aranceles será por más de 8 mil millones de dólares y se aplicarán en diferentes porcentajes, por ejemplo: 10 por ciento en harina de trigo, maíz blanco (15 por ciento), para carne de pollo alcanzará hasta un 75 por ciento.

En la inflación doméstica se adoptan medidas tales como el compromiso de poner 12 mil policías y 2 mil 300 vehículos en las carreteras para mejorar la seguridad; el anuncio de que se reducirán los costos y los tiempos de despacho en las aduanas y en los puertos marítimos.

Estas acciones se incluyen en el contexto del programa antiinflación, porque hay un reconocimiento del Gobierno de que la inseguridad es inflacionaria, lo mismo que la corrupción y las ineficiencias en las aduanas y puertos. Esta triada, carreteras, aduanas y puertos contribuyen a combatir la inflación doméstica, esa que no se importa.

El plan también implica un aumento en la producción de los principales granos: maíz, frijol y arroz; así como la constitución de una reserva estratégica de esos productos, además de un estímulo al programa Sembrando Vida. En esta dimensión se ampliará de cuatro a nueve estados el plan de entrega gratuita de fertilizantes, con lo que el gobierno pretende aumentar en 2 millones de toneladas la producción en granos básicos, además de 800,000 toneladas con el programa Sembrando Vida.

Según estimaciones de Raquel Buenrostro, jefa del SAT (Servicio de Administración Tributaria), el costo del subsidio a la gasolina para frenar la inflación en 2022 será de 400 mil millones de pesos. Se considera que esta cifra se compensará con el incremento del precio al petróleo y no tendrá un efecto tan negativo en las finanzas públicas.

Obvio el PACIC no tendrá resultados inmediatos y quizá tampoco tendremos algo contundente. AMLO fue claro: sabemos que esto no resuelve el problema, pero no podíamos quedarnos con los brazos cruzados. Estamos frente a un problema que puede agravarse, frente al cual no hay soluciones fáciles. No es un fenómeno temporal, igual que los problemas de crecimiento económico, para 2022 se estima un PIB de 18 por ciento.

Esta cifra está por debajo de los niveles previos a la pandemia; se estima que la recuperación plena será en 2024. ¿Y las Mujeres?

Según Coneval, a 53 millones de mexicanos y mexicanas sus ingresos no les alcanzan para comprar la canasta alimentaria, pese a tener empleo, aunque con bajos salarios. Sin la menor duda se puede afirmar que ahí están las Mujeres, estirando su salario hasta donde les es posible, la primer estrategia de supervivencia es sacrificando la calidad en los productos, ya sea alimentos, diversión o ropa y calzado.