El conglomerado social se transforma, evoluciona acorde a las circunstancias económicas, las condiciones políticas cambian, el pensamiento del ciudadano se vuelve otro hombre; la calidad de la democracia se innova y la función organizativa de la sociedad política se renueva. La resistencia a estos cambios propicia a que la sociedad se estanque.

Entender la trasmutación del tiempo es obligación de parte de algunos dirigentes de partidos políticos con visión prospectiva, del político profesional con variedad de atributos personales que atraen a electores, las ausencias de estas particularidades en algunos dirigentes, ocasiona que electores rehúsen ser representado por ellos. La ausencia de estas características lo hacen distinto a otros, cualidades que contribuyen a la atracción o ahuyentan al público elector.

En las campañas políticas para elegir gobernantes, representantes populares y congresistas, cuenta mucho las propuestas posibles a realizar, planteamientos que respondan a las demandas en general. La escasez de estos ofrecimientos viables para el electorado cambia hacia otro candidato. La aparente pasividad del votante es ficticia, con serenidad toma en cuenta lo que escucha, intuye la sinceridad del ofertante y honradez con que ha desempeñado en las responsabilidades administrativas, legales y políticas. Aunado a la capacidad de decisión, dinamismo en su responsabilidad como dirigente y no para fines personales, además, expresiones vertidos en ámbito de lo público.

El electorado está pendiente del desempeño de los dirigentes de partidos políticos, cuando canaliza su dedicación a temas que benefician al a sociedad o cuando, es para glorificar el ego y buscan reconocimiento para sus fines personales. De estos dirigentes se apersonan de instituciones políticas, para intentar lograr el puesto inmediato de lo que han desempeñado.

En las elecciones de 2016, Manlio Fabio Beltrones Rivera presidente de Partido Revolucionario Institucional, tuvo la valentía de reconocer los desaciertos cometidos durante sus diez meses al frente del instituto político y renunció. Aquí sus palabras: “En congruencia con el compromiso de servicio y disciplina que asumí al tomar la posesión del cargo de presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, hoy presento mi renuncia, ante esta comisión política permanente para permitir así que una nueva dirección encabece las transformaciones que nuestro partido requiere.” Decisión valiente de reconocer la parte de m culpabilidad ante estos resultados, donde en aquella elección perdió siete entidades federativas: Aguas calientes, Chihuahua, Durango, Puebla, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz. Sin embargo, recuperó Oaxaca y Zacateca,

Fue honesto, no trató de justificar su cuota de culpa endosando sus yerros a los expresidentes anteriores a él, reconoció el descuido de simpatizantes y militantes, antes al contrario, expresó: “Hay que asumir el mensaje del electorado, hay actitudes que cambiar” Actitudes de prepotencias, deseos de preservar el poder en beneficio personal. Espetó: “Hay que asumir el mensaje del electorado, hay actitudes que cambiar.” La actitud de triunfador, sin trabajo previo conlleva a la confianza.

El exceso de confianza es lo que mostró Alejandro Moreno Cárdenas, los resultados le fueron adversos y perdió nueve de once entidades en donde el PRI era gobierno. Por eso, el senador Miguel Ángel Osorio Chong, Ex gobernador y ex secretario de Gobernación. También, el expresidente del PRI, Roberto Madrazo Pintado y cuatro más solicitan su renuncia. Tal petición está en el aire, y en la decisión del Concejo Político del partido político