De no detectarse en las y los recién nacidos algún tipo de daño auditivo, esas personas correrán el riesgo e ser personas sodo mudas en la edad adulta, dado que el habla y la audición están interligadas y quien no escucha no puede exprearse verbalmente.

Los trastornos auditivos son un importante problema de salud, debido a los efectos negativos para el desarrollo personal, familiar y social de las personas, de acuerdo a especialistas de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH), el lenguaje y audición están interconectados por lo que, de no detectarse y atender algún tipo de sordera desde el nacimiento, es posible que el menor se convierta en una persona sordo muda.

Es recomendable hacer la prueba del Tamiz Auditivo Neonatal a las y los recién nacidos, en los primeros tres meses de vida, para prevenir complicaciones durante su crecimiento, ya que la prevención primaria puede llegar a evitar la mitad de los casos de sordera y defectos de audición, por lo que existen recomendaciones sencillas para el cuidado auditivo:

S propone que en caso de existir antecedentes familiares de sordera, se lleve a los bebés al especialista o si nació con bajo peso, sufrió asfixia del parto, ictericia o meningitis, a fin de someterlo a una evaluación y diagnóstico temprano.

Ante un resfriado común u otras afecciones respiratorias para evitar complicaciones auditivas, acudir a un al otorrinolaringólogo.

Si un menor pronuncia mal, no repite palabras, no responde a sonidos fuertes o no pone atención llevarlo al especialista.

También es preciso no aplicar sustancias ajenas al oído que no sea en presentación ótica y bajo prescripción médica, así como no introducir objetos en el oído con el afán de limpiarlo o rascarlo, ya sea el dedo, pasadores para el cabello, plumas, clips o hisopos (cotonetes).

Igualmente no se debe sumergirse en aguas contaminadas para evitar infección en el oído, vías respiratorias y ojos; así como reducir la exposición a ruidos fuertes y limitar el tiempo diario de utilización de los aparatos de audio personales.

De igual forma, de acuerdo a los especialistas, si se cuenta con enfermedad crónica es necesario acudir a un especialista pues enfermedades concominantes pueden detonar o acelerar el proceso de sordera. Además, se debe considerar que recientes estudios señalan que daños virales pueden desarrollar ataques de sordera, por ejemplo, en casos de pacientes post-COVID19.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), 466 millones de personas padecen pérdida de audición incapacitante y 34 millones de ellas son niños y niñas. En México existen entre ocho y diez millones de personas con algún grado de sordera, y se estima que en el 2050 más de 900 millones de personas sufrirán pérdida de la audición discapacitante, lo que representaría 10 por ciento de la población mundial.