Por Jorge Esqueda

Las restricciones al ingreso de migrantes sin documentos a Estados Unidos conforman un capítulo más de la historia donde el foco se centra en la frontera de ese país con México, sin ver que en las naciones de origen muy poco o nada se hace para evitar que sus ciudadanos se vayan.

El pasado lunes 3 de junio, alrededor de tres mil 500 personas cruzaron la frontera mexicana rumbo a suelo estadunidense sin cumplir los protocolos del caso, de acuerdo con información de la edición en español de The New York Times.

En contraste, la orden ejecutiva del presidente Joe Biden elimina la posibilidad de que un migrante sin documentos solicite asilo, medida que solo se suspenderá si se certifica que menos de mil 500 personas en promedio diario han cruzado la frontera sin seguir las reglas de ingreso, contabilizadas en el lapso de una semana. Como se ve, la cifra solo del pasado lunes rebasa en 2.3 veces el promedio necesario para suspenderla.

Se trata, en efecto, de una crisis para las autoridades estadunidenses, mientras los migrantes que hasta el primer minuto de este miércoles cuatro tenían la opción de afirmar que de regresar a su país sufrirían daños, enfrentan ahora el drama de la deportación inmediata, o bien acogerse a programas donde por los requisitos que se fijan los hacen escasamente elegibles.

Esta orden ejecutiva más allá de lo migratorio, cae en la sucesión presidencial, donde la condena al expresidente Donald Trump por no haber declarado el dinero dado a una actriz porno por callar que habían sostenido relaciones sexuales, parece haberlo fortalecido en el terreno de las preferencias electorales.

Por lo pronto MAGA Inc., la empresa que recauda fondos electorales para Trump, reportó que el pasado mayo, mismo mes de su declaratoria de culpabilidad, llegó a 70 millones de dólares en aportaciones, mientras que el comité de campaña del expresidente dijo que junto con el Comité Nacional Republicano había recaudado 141 millones de dólares.

Se trata de un salto para el anterior jefe de la Casa Blanca, que de acuerdo a la Comisión Federal Electoral estadunidense, había alcanzado 124 millones de dólares de enero a abril pasados, mientras Biden había completado 195 millones.

Parece poco comprensible que a pesar de la patente infidelidad de Trump a su esposa Melania –por lo que no estaba en juicio- o de que fuera transmitida en vivo la virtual toma del Congreso estadunidense por partidarios de Trump ante la anuencia pasiva de éste pocos días antes de la toma de posesión de Biden, un importante sector del electorado de aquel país quiera que regrese. Como se ve, la falta de respeto a la ley viene desde abajo, de la sociedad.

Y las noticias para Biden siguen negativas, pues ahora una encuesta de YouGov y The Economist, lo pone en empate con Trump en 42 puntos, si es que se da un tercer participante en las elecciones de noviembre próximo, en particular si se tratara de Robert. F. Kennedy Jr, quien tiene 11 por ciento de preferencia electoral entre los votantes independientes.
Las restricciones migratorias son así tanto medidas para volver menos inmanejable la marea de migrantes, como una acción que busca atraer los votos de aquellos estadunidenses que no ven con buenos ojos a los migrantes sin documentos, y apoyan por ese motivo a Trump y sus medidas como levantar muros a lo largo de la frontera.

Para México existen también consecuencias, pues los migrantes mexicanos encabezan a quienes tratan de entrar sin documentos, y parecen poco explicables a la luz de la reciente victoria presidencial del partido gobernante, mientras que otros países latinoamericanos han sido rebasados por China, cuyos migrantes son en fechas recientes el segundo contingente de migrantes sin documentos a Estados Unidos.

De salida: Luego de 10 años en el gobierno y sus altos índices de popularidad, en India el primer ministro Narendra Modi ganó las elecciones y logró un nuevo mandato, aunque su partido perdió la mayoría parlamentaria absoluta, lo que podría abrir una nueva etapa política en el país asiático.
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