El nombre de Olga Trevethan Cravioto, la primera diputada local de Hidalgo, quedó grabado en letras de oro en el muro de honor del Congreso local, como un reconocimiento al legado histórico que ha creado para que otras mujeres hidalguenses ocupen cargos de liderazgo.
En sesión solemne y con la presencia de Julio Menchaca Salazar y Rebeca Aladro Echeverría, titulares de los Poderes Ejecutivo y Judicial de Hidalgo, respectivamente; así como de funcionarios e invitados especiales, se reconoció a Trevethan Cravioto, quien fue legisladora a los 27 años, en 1966.
Nacida en Pachuca, el 14 de mayo de 1939, Olga Trevethan es licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México; a los 23 años fue nombrada jueza de lo civil en Pachuca; fue promotora del reconocimiento de los derechos políticos electorales de las mujeres y, en 1966, participó en los comicios para renovar la 45 Legislatura de Hidalgo, en los que resultó electa por el entonces distrito nueve de Apan.
“Las mujeres en el transcurso del tiempo han realizado labores extraordinarias en todos los espacios de su existencia”, afirmó Olga Trevethan, quien consideró que ella abrió una brecha que, hoy, ya ha sido recorrida por varias generaciones de legisladoras que han batallado para que las leyes reconozcan los derechos de las mujeres en todos los órdenes de la vida.
Lamentó que la aportación de las mujeres habitualmente se ha desconocido a lo largo de la historia, siendo objetos de discriminación y abusos, «hoy día sabemos que la tarea no ha sido concluida», enfatizó al reiterar la necesidad de abrir espacios, no solo a las mujeres, sino a todos los seres olvidados y segregados.
«Se rinde un justo reconocimiento a Olga Trevethan, que inició junto con miles de mujeres un movimiento que nos permite tener a la primera presidenta de México», expresó el gobernador Julio Menchaca en tribuna, desde donde celebro que se creen los mejores espacios para las futuras generaciones.
Por su parte, Jesús Osiris Leines, presidente de la Junta de Gobierno del Poder Legislativo, señaló que la presencia de Olga Trevethan rompió un paradigma en el Congreso local, que en 1966 era un espacio de hegemonía masculina; «su presencia abrió las puertas, como resultado de la lucha de muchas mujeres de exigir su participación en política».