Los productores de refrescos, jugos y en general, todas las bebidas saborizadas que se venden en México, renovaron su compromiso de reducir en 20 por ciento su contenido calórico, como parte de la agenda de salud y bienestar que signaron en 2018.
La Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac), refrendó este viernes su compromiso de continuar en 2020, la reformulación de sus productos con el objetivo de reducir su valor calórico paulatinamente, sin un impacto mayor en el paladar de los consumidores.
Este compromiso se suma a la reducción en 55 por ciento de las calorías que se ha tenido en los últimos 10 años, con lo que en 2024 se habrá conseguido reducir en total el 75 por ciento de las calorías que tenían sus productos en 15 años antes.
En un comunicado oficial, la asociación recordó que está integrada por 120 plantas embotelladoras de bebidas no alcohólicas, entre ellas, Coca-Cola, Femsa, Arca Continental,Tehuacán, Grupo Peñafiel, entre otras.
Estas empresas han venido trabajando en la reformulación de 50 de sus productos, los de mayor consumo, para reducir de manera muy importante el contenido calórico de sus productos, e incluso, ofrecerlos sin calorías.
La industria refresquera se comprometió a seguir innovando para brindar a sus consumidores productos más diversificados en opciones, tamaños y sabores, para lograr progresivamente incrementar y continuar su impacto positivo en el mercado.
Se recordó que en los últimos 10 años de este compromiso han sido lanzados al mercado 172 productos bajos o sin calorías, “con la finalidad de ofrecer opciones para todos los estilos de vida”.
El compromiso de reducir el valor calórico de sus productos viene acompañado de inicio del cobro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que entró en vigor en enero del 2014, y consideraba el cobro de 1 peso por litro en bebidas azucaradas.
Un monto que se planteó, sería actualizado conforme a la tasa inflacionaria hasta acumular un 10 por ciento del precio del producto; en 2018 esta actualización significó una cuota del 17 por ciento, o 1,17 pesos por litro.
Para el año próximo este impuesto será actualizado en base a la inflación observada desde diciembre de 2010 y hasta el 2019, para entrar en vigor en enero del año próximo.