Ricardo Baptista, regidor de Tula de Allende, aclaró que las versiones falsas sobre la cancelación del Grito de Independencia en el municipio, fueron parte «de la guerra sucia que está sufriendo el presidente municipal, quien no goza de todas las simpatías de los ex colaboradores de M.H.B.»Precisó que la mayoría de los asambleístas están en contra debido a las declaraciones del actual alcalde, Mario Francisco Guzmán: «señaló que cambiaría las direcciones y haría auditorías, la auditoría está corriendo aunque hay cierta resistencia dentro de las direcciones en cuanto al proceso de la información».

Añadió que la entrega recepción va muy lenta, «no han terminado de nombrar a todos los directores, de los 30 cargos que hay en Tula se han cambiado apenas diez».

Baptista agregó que la cancelación de la inauguración de la feria se debió a un problema personal del alcalde, pues su mamá estaba en el hospital «era incorrecto que lo lleváramos a cabo los regidores».

Dijo que pese a que algunos regidores se opusieron en contra de gastar excesivamente en las fiestas patrias, ya estaba acordada la presentación de la Banda Cuisillos, que costó 2 millones 600 mil pesos, más otras bandas que juntas costaron un millón de pesos.

Resaltó que también tiene un problema con la compra de cuatro patrullas que hizo el anterior alcalde por un valor de 7 millones 600 mil pesos «eso no resuelve el problema, tenemos 35 patrullas y solo ocho están funcionando».