Por: Lucía Lagunes Huerta

La candidata electa a la presidencia de la República Claudia Sheinbaum sobre el apoyo a las mujeres de 60 a 64 años de edad, coloca en el centro una de las deudas que deja el actual gobierno federal: el sistema Nacional de Cuidados.
El pasado lunes en su conferencia de prensa tras la comida con el presidente Andrés Manuel López Obrador, Claudia informó que dentro de las iniciativas que se enviarán en septiembre al nuevo congreso con mayoría de la alianza morenista, será incluir en la constitución el apoyo a las mujeres de 60 a 64 años como un reconocimiento al trabajo de cuidados que desarrollan para sus familias.

No es casual que este sea un tema prioritario para la próxima presidenta, ella como madre cuidó de sus hijos, pero sobre todo contó con el apoyo de su madre para cuidarlos mientras ella trabajaba en dos empleos.
Sin duda, es una buena noticia que dentro de sus prioridades coloque el impacto de la desigualdad en la responsabilidad del cuidado y el anunciado apoyo, como una de sus primeras acciones. Sin embargo, es necesario que esta acción sea el primer paso hacia la concreción del anunciado Sistema Nacional de Cuidado que se quedó congelado en el Senado de la República.

Claudia Sheinbaum Pardo, con este anuncio, se suma a las voces que durante años han exigido la democratización dentro del hogar y el reparto equitativo de las tareas familiares incluida la de los cuidados, porque parte del anuncio hecho incluyó dos comentarios: uno, que las tareas del cuidado no debería ser solo responsabilidad de las mujeres y que “debe compartirse el trabajo en el hogar”.
Colocar estos temas como parte de la agenda de gobierno, dentro del recinto del poder donde nunca fueron prioridad, es una señal alentadora.

Hay que recordar que al inicio del gobierno federal de AMLO se anunció con gran aspaviento que se desarrollaría el Sistema Nacional de Cuidados como la gran política nacional para abonar a la igualdad entre mujeres y hombres.
Pero no pasó de anuncio y de iniciativa, si bien, en el senado de la República, Malú Micher encabezó la cruzada para la creación del Sistema Nacional, el cálculo financiero de la secretaria de Hacienda, paró el tema en seco.

Incluso el año pasado se dieron a conocer los resultados de la primera Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados, que reveló que 8 de cada 10 hogares mexicanos cuenta con por lo menos una persona susceptible de ser cuidada.
Y el otro dato que corrobora, es que estas tareas recaen en mujeres que desde los 15 años cuidan, incluso niñas son responsables de cuidar.
La encuesta también nos evidencia que en los hogares con jefaturas femeninas, las personas que por su condición de salud, de enfermedad, discapacidad o edad son susceptibles de ser cuidadas normalmente se quedan solas.
Veremos qué tan cierta es la declaración de la actual presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman, que asegura que deja “las bases ” para desarrollar el Sistema Nacional de Cuidados, incluso dijo “los avances para su financiación” que incluye un paquete de estímulos fiscales.
Insisto lograr el apoyo a las mujeres de 60 a 64 años, que hoy se encuentran sin pensión por haberse dedicado a cuidar, es un paso que reconoce este trabajo invisibilizado e infravalorado. Pero no sustituye lo que el Sistema Nacional de Cuidado busca lograr, que es reconocer que ser cuidada o cuidado es un derecho, por ello se propuso desde el Senado, ponerlo en la constitución, para garantizar que el Estado provea las condiciones para garantizar al derecho del cuidado y porque abona a transformar socioculturalmente, que quien debe cuidar son las mujeres.

Y por ello es tan importante traer ahora a la luz el tema, porque si bien las mujeres de entre 60 y 64 años han dedicado la mayor parte de su vida productiva a la tarea del cuidado, hay una franja de jóvenes y niñas que también se encuentran en esta función, según la encuesta sobre el tema.
Y aún cuando las propuestas del llamado Plan C son los que llaman la atención mediática, esta acción de la próxima presidenta es un signo que no debe disminuirse