La decisión de elevar el salario mínimo a 95.24 pesos diarios podría originar un efecto inflacionario y afectar a algunas empresas hidalguenses que no estén en condiciones de pagar este incremento, consideró Juan Carlos Martínez Domínguez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Hidalgo (CCEH).

“Es este un tema de la mayor complejidad; yo creo que no existe en solo empresario en el país que no queramos que nuestros trabajadores tengan un mayor ingreso, una mejor calidad de vida, pero cualquier incremento salarial debe estar debidamente sustentado”, consideró.

Consideró que la propuesta de Coparmex de elevar los salarios mínimos no es mala en si, “tiene una muy buena intención, sin embargo tendríamos que preguntarnos qué tan competitivas son hoy las empresas para absorber este impacto.”

La realidad, dijo, es que “hoy muchas empresas pequeñas, medianas, no atraviesan por condiciones de la mayor productividad y competitividad.”

De aplicarse este incremento salarial del 19 por ciento generalizado, abundó, lo que vamos a provocar es un efecto inflacionario, y ¿qué caso tiene subirle el salario a un trabajador y que se incrementen los precios de bienes y servicios?”

Consideró que “por ahí no es la solución”, pues además es una medida que se daría en una “situación complejísima” derivada de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Para Martínez Domínguez lo ideal es “optar por un incremento salarial gradual, que realmente impacte positivamente en la capacidad de consumo de los trabajadores, e ir consolidando la competitividad de las empresas y conforme lo vayamos logrando, ir dando saltos más grandes.”

Sin embargo un incremento salarial de dos dígitos, en las condiciones actuales, “no me parece posible para la mayoría de las empresas hidalguenses; aumentos sí a mayores niveles de los que se han venido dando, pero no como se propone, arriesgando a las empresas que no tienen capacidad de pagarlo.”