Como hacía mucho tiempo no pasaba, Puebla vivió una semana convulsa con episodios que dejaron al descubierto la impunidad y corrupción que impera en todos los sectores de la sociedad, pero especialmente en la administración pública.

Destaca el caso del juez Gabriel González Alegría quien se vio involucrado en una pelea dentro de un restaurante de la capital, la cual terminó con una lesión en su oreja.

El simple hecho de que un juez se viera involucrado en una riña, era ya un escándalo, pero cuando se supo el motivo que la originó, la indignación aumentó.

Haber llamado puta a una mujer y luego escudarse en su investidura de juez para decir que  hasta el gobernador le debía favores, ponía en evidencia el grado de descomposición del mismo aparato judicial.

Después venia la solicitud de pedir a los supuestos agresores (los hermanos Mayagoitia) una fianza de 500 mil pesos y que las intervenciones médicas se hicieran nada menos que en España como parte de la reparación del daño. Esto aumentaba aún más la indignación social por el tratamiento preferencial que se le daba a un juez.

Y cuando creíamos haber visto todo, vino algo peor.

Se descubrió que el juez Gonzalez Alegría había mentido en su declaración ante el Ministerio Público.

¡Un juez mintiendo ante el propio MP!

Un video dejaba en evidencia la serie de mentiras con relación a su declaración lo cual dio un vuelco total a la historia.

Con todo el descrédito a cuestas y con el riesgo de perder su empleo como juez, nuestro personaje optó por conciliar los cargos que había imputado contra os hermanos Mayagotita para llegar a un acuerdo.

Ahora la pregunta es: ¿qué pensaría si usted o alguien de sus amigos o familia enfrentará un juicio teniendo como juez a Gabriel González Alegría?

Se imagina el desastre, la falta de credibilidad y la alta posibilidad de que un juez con este historial pudiera corromperse.

El propio presidente del Tribunal Superior de Justicia admitió que acciones como las de este personaje dañan la imagen del sistema judicial, por lo que después de su incapacidad, será interesante conocer cuál será el destino de este sujeto.

***

Resulta lamentable que el arzobispo de Puebla Víctor Sánchez Espinoza haya sido hospitalizado nuevamente. Esta sería la segunda ocasión que sucede en menos de un año; la primera por un infarto y ahora por problemas gástricos.

Esto sin duda lo deja fuera de la jugada en la carrera por la sucesión de Norberto Rivera como Cardenal Primado de México, luego que éste cumplió el límite de edad como príncipe de la iglesia.

Víctor Sánchez desde el inicio del proceso se vio como uno de los candidatos más fuertes para obtener el birrete cardenalicio debido que es un actor muy importante dentro del Episcopado Mexicano.

Sin embargo, aquel que sea nombrado por la Santa Sede como el nuevo Cardenal Primado del país debe gozar de cabal salud puesto que se trata de un encargo de mucha demanda física y mental.

Ahora el gobierno vaticano solo se centrará en tres perfiles: Carlos Aguilar, Jorge Carlos Patrón Wong y Francisco Robles Ortega.

Habrá que ver.

@AlbertoRuedaE

 

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