En el partido político de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en Puebla las cosas no caminan como deberían, como se habían calculado.
Y la razón es muy simple: la ambición se apoderó de sus dirigentes.
Así es.
Las pujas por amasar poder y arrebatar la candidatura al gobierno del estado en 2018 enfrentaron a los puritanos y a los “arribistas”, como les llaman en Morena a los invitados especiales del peje en Puebla.
El encontronazo entre ambos bandos ya sacó chispas el fin de semana pasado y amenaza con fragmentar aún más Morena.
Y lo peor, amaga con seguir afectando las posibilidades de triunfo que se había pronosticado el propio Andrés Manuel para arrasar en la presidencial.
Porque luego de haber ganado el primer round en la sesión de su Consejo Estatal, el diputado federal Rodrigo Abdala Dartigues y el dirigente estatal del Morena, Gabriel Biestro Medinilla, ya mostraron que es más fuerte su influencia y su poder de convocatoria.
Prácticamente aplastaron a los llamados cuatro fantásticos, amigos del peje.
Así que Alejandro Armenta Mier, José Juan Espinosa Torres, Luis Miguel Barbosa Huerta y Fernando Manzanilla Prieto ya vieron que sólo fueron invitados a Morena para fortalecer la estructura de AMLO y no para gozar de privilegios.
Cosa difícil de asimilar cuando los cuatro están acostumbrados a mandar y a seguir su propia línea.
Porque sea lo que sea pero al menos José Juan, Armenta y Barbosa bien pueden presumir de contar con estructura propia.
Una estructura que nadie les ha regalado.
Y es en este punto donde sostengo que Morena está al filo de la derrota.
Sobre todo porque parece que los morenos no han entendido que se requiere más que la inercia de la imagen del peje para derrotar al morenogalismo.
La fortaleza del grupo en el poder es real, y si a esto agregamos que el presidente Enrique Peña Nieto va a echar mano de todos sus aliados, incluido el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, y de todos sus recursos para evitar que el peje sea su sucesor las cosas se le complican más a Morena.
Imaginemos qué pasaría si el PRI y el morenovallismo van en una alianza de facto en Puebla.
Una coalición disfrazada que tenga como principal objetivo derrotar a Andrés Manuel.
A esta se sumarían el PRD y el resto de la chiquillada en Puebla, a excepción del PT.
El resultado, estoy seguro, sería fatal para Morena.
Porque serían todos contra el peje.
Empero, si además de todo a esto le sumamos a Morena un candidato gris, con poco arrastre, con un débil discurso y con cero imaginemos entonces qué pasaría.
Si AMLO no da un manotazo en la mesa y pone orden en su partido en Puebla las cosas se le van a salir de control y después le va a ser muy difícil recomponerlas.
Ya lo vivió en la elección pasada con el opaco y ridículo candidato Abraham Quirós Palacios, por quien votaron los poblanos sólo por haber aparecido junto a AMLO en las fotografías.
De lo contrario nadie, ni en su casa, hubiesen sufragado por él.
Y lamento decirlo pero eso mismo podría suceder con el diputado Rodrigo Abdala, el protegido del senador Manuel Bartlett Díaz.
Porque hay que reconocer que cualquiera de los cuatro fantásticos tiene mejor discurso e imagen que el novato legislador.
Lo que Morena, el peje y sus dirigentes en Puebla deberían hacer es fortalecer al mejor de sus cuadros desde ahora porque el tiempo avanza al 2018.
Si en Morena no deja sus filias y sus fobias, si no privilegian el interés colectivo por encima del particular, y si no tienen como prioridad la campaña presidencial entonces lo van a lamentar.
Ojala que los morenos tengan en cuenta que si no es en esta AMLO se acaba.
Y, cuidado, la tercera es la vencida.
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La sucesión en la BUAP
Ayer, en la BUAP, se vio de qué lado masca la iguana, como dicen coloquialmente.
Y es que al edificio Carolino acudieron un centenar de estudiantes, académicos y trabajadores de distintas facultades para hacer público su apoyo a la candidatura y reelección de Alfonso Esparza Ortiz como rector por un segundo periodo.
Periodo que va del 2017 al 2021.
Desde ayer y hasta hoy, la Comisión de Auscultación recibirá las propuestas de los interesados en competir por la Rectoría, elección que se llevará a cabo el próximo 11 de septiembre.
De acuerdo a la convocatoria, mañana miércoles y el próximo jueves la citada comisión realizará las entrevistas pertinentes con los interesados y postulados para el cargo de rector, por lo que el próximo viernes se informará quién o quiénes cumplen con los requisitos para ser candidatos.
Sin embargo, está visto que el trabajo de Alfonso Esparza al frente de la BUAP le vale la reelección sin ningún problema.
Porque los logros, el desarrollo, el crecimiento y la calidad en la Benemérita institución están a la vista de todos.
poncharelazo@yahoo.com.mx
En twitter: @poncharelazo