Con la danza de los voladores inició la celebración de la fiesta patronal del pueblo mágico de Cuetzalan, en honor a San Francisco de Asís, en donde la ceremonia del corte del árbol para el palo de la danza, forma parte de una de las tradiciones heredadas en esta región de la cultura del Totonacapan.
Arturo Díaz, caporal de una de las danzas de voladores que acudieron al ritual, explicó que el origen de esta danza es pedir por la Fertilidad, y si bien se corta un árbol de más de 30 metros de altura, las comunidades indígenas también llevan a cabo acciones de reforestación en las mismas áreas donde se realiza el corte, ya que el árbol es la base fundamental para el equilibrio ecológico.
Explicó que en primera instancia se le pide permiso a la naturaleza para derribar el árbol, posteriormente se lleva a cabo la ceremonia que incluye la interpretación de la música y pasos de esta danza en torno al árbol, una oración para pedir por la seguridad de quienes participan en el derribo y el traslado del tronco y finalmente la bendición y que otorga un sacerdote.
El presidente de Cuetzalan, Óscar Paula Cruz, afirmó que en coordinación con los caporales de las distintas danzas del municipio, se organiza la ceremonia, pero también dijo que participaron en esta tradición, más de 300 personas de juntas auxiliares y comunidades, quienes colaboraron en el corte, traslado y colocación del palo de voladores en el atrio de la iglesia de San Francisco.
El edil dijo que en la casa de cultura de Cuetzalan, se fomentó el aprendizaje de estas tradiciones en preescolares de la cabecera municipal, además de creó una danza de voladores infantil, con lo que se conservan estas actividades que distinguen a este pueblo mágico, en donde el día principal de la festividad es el cuatro de octubre, día que se elige a la Reina del Huipil, la mujer representante de la belleza indígena.