Tras cada lluvia torrencial, esta ciudad se vea severamente afectada en su movilidad por la gran cantidad de agua que corre por las calles, el jefe del departamento de infraestructural del Soapama, Iovanni Aguilar León, explicó que las cantidades de agua elevadas son una muestra más del cambio climático.

A esto se suma la falta de un colector pluvial en algunos puntos estratégicos de la ciudad, para el cual el alcalde de este municipio ya está buscando el recurso pues supera los 60 millones de pesos, pero sobre todo la falta de cultura en cuanto al manejo de la basura por parte de los atlixquense, ya que muchas veces las alcantarillas colapsan debido a la acumulación de los desechos en las mismas provocando que se eleve el nivel del agua en las calles, se desborden las asequía y se boten las coladeras.

Ejemplo de lo que provoca la combinación de todos estos factores fue el pasado sábado, ya que durante un par de horas cayeron en esta ciudad 41. 2 milímetros de lluvia, cifra que significa una tercera parte (137 milímetros) del agua recibida en todo el mes de septiembre del año pasado.

Lo anterior, explicó Aguilar León fue debido a que los sistemas de drenaje de la ciudad fueron incapaces de conducir de manera adecuada el líquido acumulado. Y por esa razón, todo salió a las calles.

Es preciso señalar que el Soapama maneja estadística que indican que año con año la cantidad de milímetros cúbicos que se registran tras una tormenta en Atlixco va en aumento, por ejemplo, los 41.2 milímetros del sábado son casi la misma precipitación pluvial de los primeros cuatro meses juntos del 2017. «En enero y febrero nada, en marzo 13.1 y en abril 37.7 milímetros», dijo.

En este 2017, destacó, el recientemente concluido mes de agosto es hasta el momento quien más lluvia propició con un acumulado de 296.9 milímetros. Y en segundo lugar aparece julio con 234.39 milímetros, así como el resultado anual del 2017  fue de 949.5 milímetros totales cantidad que ya se está por lograr en este mes de septiembre con 903.39 milímetros cúbicos.

Esto indica a los funcionarios del organismo que en el 2017 caerá más agua que en el 2016, pese a que aún falta por contabilizar cuatro meses. De igual manera el funcionario detalló que en los últimos once años, el ciclo de más aguaceros fue 2014 con un total de mil 171.9 milímetros acumulados, seguido del 2007 con mil 72 milímetros y el 2013 con mil 58 milímetros.

«Aunque, en caso de mantenerse esta tendencia, será precisamente el 2017 el tiempo de mayor cantidad de agua caída desde el cielo en la última década al sumar ya 903.39 milímetros a falta de un cuarto de año», finalizó.

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