Desde hace décadas en México hay dos corrientes generadoras de pensamiento sobre la creación de nuevos municipios.
a).- La primera se opone a ellos usando como argumento máximo que pulveriza a la sociedad y al hacerlo dificulta el gobernar.
b).- La otra, está acorde con nuevos municipios, toda vez que las acciones de gobierno están más cerca de la sociedad, porque los cuerpos administrativos son más pequeños, más locales, y sujetos a la revisión diaria por los ciudadanos, lo que hace transparente el acto gubernativo, mientras que en cambio, los macro gobiernos se encuentran tan lejos de los habitantes que es casi imposible acceder hacia ellos.
Países como Francia practican con gran éxito los micro gobiernos y también otros países europeos, anglos y sajones, reflejándose en todos ellos: la transparencia en el manejo de los recursos públicos que está sujeta al escrutinio diario, el rendimiento de cuentas es cómodo, y fácil de asimilar por representantes y representados.
En Puebla se exigen un mínimo de 25,000 habitantes, servicios públicos, instalaciones educativas operando, instituciones de salud y comunicaciones, amén de un territorio determinado.
La tendencia nacional debería ser micro e impulsar por todos los medios posibles la creación de nuevos municipios y para ello se necesita flexibilizar la ley, mediante la planeación y la concepción estratégica de desarrollo.
Santa Ana Xalmimilulco, en Huejotzingo; Atencingo pueblo de Chietla, la Magdalena, en Acajete, Mecapalapa en Pantepec, son muestras muy acabadas de crecimiento municipal. Todas ellas poseén el crecimiento económico, educativo, comercial, de negocios extra municipales, y están bien comunicados, pero necesitan otra formulación estratégica para desarrollarse.
Y si bien es cierto que al crear un nuevo gobierno éste tendrá necesidad de un cuerpo burocrático, también lo es que estará sujeto a un nuevo escrutinio social, impulsado por un proceso educativo.
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