La iglesia católica refrendó su posición frente a la violencia contra las mujeres en Puebla: Ni una más, tras darse a conocer la muerte de Mariana Fuentes Soto, estudiante de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) asesinada presuntamente durante un asalto.

En voz del obispo auxiliar Felipe Pozos Lorenzini, subrayó que ante estos hechos es necesario recuperar los valores familiares y unirse como sociedad porque el problema “es de todos”.

El sacerdote señaló que si bien las autoridades deben combatir este problema, los padres tienen que educar a sus hijos con amor y respeto hacia los demás.

“Ante la violencia decimos: Ni una más. Tenemos que unirnos como sociedad. Tenemos que cultivar los valores familiares y estar unidos. Esto no puede ser tolerable, aunque también debemos reconocer que como sociedad hemos fallado todos y ahora nos toca reconstruir el tejido social”, ahondó.

Además, el obispo envío condolencias a la familia de la joven fallecida y oró porque descanse en paz.

Los jóvenes mostraron generosidad después del sismo

Este domingo Pozos Lorenzini ofició misa en ausencia del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, donde destacó la labor altruista de los jóvenes mexicanos para realizar las labores de rescate y ayuda luego de los sismos que afectaron al país.

“La ayuda de los jóvenes ha sido conmovedora, se han organizado y ellos mismo han salido a entregar los víveres. Han hecho una labor hermosa de compartir”, expresó.

El sacerdote informó que en los puntos de acopio de la Arquidiócesis de Puebla se reunieron 50 toneladas de víveres, las cuales ya fueron enviadas a la Diócesis de Tehuantepec, en Oaxaca.

También en la ciudad de Puebla se recolectaron 70 toneladas más de productos que fueron entregados a habitantes de la Mixteca. Y aún quedan por repartir unas 30 toneladas.

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