Es falso, que aumentar las penas corporales es una solución para disminuir los feminicidios, en ninguna parte del mundo se ha visto que suceda lo contrario en los índices delictivos de esta naturaleza, sentenció el penalista Alfredo Arroyo Razo, quien es el director del Observatorio Ciudadano del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla (ICI).

En entrevista, el especialista en Derecho Penal, sentenció que la pretensión de tipificar todos los homicidios dolosos contra las mujeres como delito de feminicidio es errónea desde su particular punto de vista como conocedor del tema.

Argumentó que no siempre todas las condiciones pueden ser favorables para las féminas en cuanto a ser reivindicadas, como lo es esta propuesta de la autoridad de elevar las penas corporales para quienes matan a una mujer, pues se caería en una discriminación inversa, es decir, colocar a un género en una posición superior para que durante un tiempo se acostumbre la sociedad y en ese sentido, se respete a ese grupo vulnerable que se le ha transgredido sus derechos de forma ancestral.

Sin embargo, eso generaría una desigualdad en relación a los hombres, por tanto, el calificar el homicidio doloso como feminicidio no siempre puede aplicase en todas las circunstancias, pues estarían en una posición superlativa cuando lo que se busca es una igualdad.

«Por razones lógicas el delito de feminicidio busca proteger a la mujeres por que son un género importante, por que son las personas que están en vulnerabilidad, en debilidad física y por que son parte del pilar de la sociedad por la procreación y necesitamos protegerlas, por eso es obvio que exista el delito de feminicidio. (…) pero es totalmente erróneo que en todos los casos de homicidio doloso contra una mujer tendrían que ser un delito de feminicidio», explicó el catedrático.

Abundó que esta propuesta, no mejoraría el tema jurídico ni de prevención, al igual que algunos legisladores dijeron en su momento que la Alerta de Violencia de Género contra la Mujer no disminuiría la incidencia de feminicidios, el aumentar las penas tampoco lo haría.

«No es una solución eficiente el aumentar las penas, como se pretende hacer, pues el homicidio doloso tiene una pena hasta por 50 años y el de feminicidio es de 60 años de prisión, la diferencia son 10 años, pero el móvil puede ser totalmente diferente en todos los asesinatos».

En consecuencia, expuso que lo que debería de existir es una serie de medidas conjuntas de manera preventiva para evitar el delito, «está claramente probado que el aumento de penas no disminuye los delitos».

Agregó que para la autoridad como para los legisladores es más fácil elevar las penas corporales que el lograr que se declare la Alerta de Género, pues ésta, pone a Puebla en un sitio no tan seguro ante los ojos de todo el mundo.

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