“(La inseguridad) no acabará hasta que dejemos de ser indiferentes a los asesinatos (en particular a los feminicidios), la desaparición de activistas y periodistas, la manipulación de la información, los destrozos al medio ambiente, al saqueo y abandono de nuestros pueblos”.

Esta fue una de las frases con las que el rector Alfonso Esparza Ortiz llamó a la sociedad y a las autoridades a no ser indiferentes a la violencia, particularmente contra las mujeres.

Y es que la BUAP perdió a una de sus estudiantes: Mariana Fuentes, estudiante de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, asesinada el pasado sábado 30 de septiembre en un sospechoso asalto que puede ser catalogado como feminicidio.

De hecho, en la ceremonia, discreta, y sin los ánimos festivos de cada año debido a la coyuntura nacional y local tras los sismos, el rector ofreció :

“Mi solidaridad y cariño a su familia y compañeros. En la BUAP no la vamos a olvidar”.

Y quizá esa última frase de “no la vamos a olvidar” tendría que taladrar en la memoria de cada uno de los poblanos por cada uno de los casos de las mujeres que han perdido la vida a manos de un hombre.

Feminicidas que arrebatan la vida de sus parejas porque están embarazadas sin planearlo, porque no quieren acceder a sus deseos, porque no quieren hacer la voluntad de los cobardes “hombres”.

Éste que es un grave problema que reclama toda la atención, podría derivar en la declaración de la alerta de género en breve, situación que es bienvenida por el gobernador Tony Gali.

De hecho, el Ejecutivo local vio con buenos ojos la propuesta del presidente del congreso, Jorge Aguilar Chedraui, de tipificar como feminicidio todo aquel homicidio doloso en contra de alguna mujer.

Ese es el contexto en que el rector Alfonso Esparza rindió su cuarto informe que entregó al Consejo Universitario, tras suspender toda promoción como sinónimo de respeto a las víctimas del sismo del 19 de septiembre, ese que arrebató la vida de tres miembros de la comunidad universitaria.

El informe y toma de protesta de Alfonso Esparza marca un hito en la historia de la universidad, porque encara con frialdad, con firmeza y sensatez el futuro inmediato.

Lo hace con el apoyo de los más de 11 mil universitarios que fueron en ayuda a los damnificados en el estado.

Lo hace después de una abrumadora victoria en las urnas universitarias donde se le eligió como rector para los próximos cuatro años.

La BUAP no es hoy la misma de ayer. El rector no es el mismo de hace un mes. Las circunstancias cambiaron, el rector adquirió mayor madurez política y sin duda universitaria.

La comunidad universitaria está de luto, lastimada y triste, y congruente con esa realidad, su líder mostró solidaridad con la austeridad, la solemnidad de la ceremonia y el sensible pero tajante discurso que pronunció.

En el reducido escenario se pudo ver a quienes protagonizarán los próximos meses en lo administrativo, sin duda, pero sobre todo, lo político: Luis Banck, David Villanueva, Melquiades Morales, Gerardo Islas, Pablo Fernández, Lucero Saldaña, Pepe Chedraui, entre otros.

Gracias y nos leemos el viernes.

Mientras, síganme en Twitter como @erickbecerra1

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