Este seis de diciembre saldrá de líneas de producción el Jetta 6 para dar paso a la séptima generación que arrancará su ensamble tras cerca de tres semestres de preparación del modelo y su cadena de proveedores y logística con inversiones estimadas en 658 millones de dólares por parte de Volkswagen de México.
Desde Puebla el Jetta es el más ensamblado, seguido del Golf y la Tiguan.
El actual modelo del Jetta que deja de ensamblarse este día es el vehículo más ensamblado en Puebla y el tercero a nivel país con 193 mil 265 unidades, tras el Sentra 2.0 de Nissan y la Silverado 2500 de GM, mientras que en México es el quinto más vendido con 38 mil 539 unidades entre enero y octubre.
La Volkswagen compite en México en un entorno que pasó de 13 plantas de la industria automotriz en el 2000 a 25 factorías en 2020, que permitiría ampliar en el país a 4.7 millones de vehículos la capacidad instalada, la mayoría para mercados de exportación.
Recientemente, el vicepresidente de Recursos Humanos de Volkswagen de México, Salvador Garrido Dolado, refirió que arranca la curva de arranque de la producción del Jetta que sucederá a la versión creada en 2009 y que tuvo una versión conmemorativa de los 200 años de la Independencia de México con el modelo México 2010.
El vicepresidente de VWM indicó que las perspectivas del 2018 son favorables, no obstante la contratación de trabajadores dependerá del comportamiento de los mercados nacional y de exportación en los próximos meses.
Refirió que con la llegada del nuevo Jetta y la camioneta Tiguan que desde inicio de este año se fabrica en la planta de Cuautlancingo, Puebla, se prevé un futuro optimista: “El nuevo Jetta y la camioneta Tiguan son dos productos importantes que nos hace pensar con optimismo en un futuro”, sentenció.
En este momento la planta de Puebla cuenta con 15 mil trabajadores, entre técnicos sindicalizados y administrativos, incluidos eventuales, produciéndose los modelos Jetta, Golf, Beetle 2.0 y la Tiguan larga.