“Cuando los hijos regresan” de Hugo Lara, que presenta la parte contraria del clásico “Cuando los hijos se van” de 1968, con una historia contemporánea, llegará a las salas de cine a nivel nacional a partir del próximo 21 de diciembre con mil 100 copias y ya está en pláticas para viajar posteriormente a Estados Unidos, Colombia, Perú, Argentina, España y Brasil.
Como parte de una gira de promoción, productores, director y el actor Francisco de la Reguera, que con Fernando Luján, Cecilia Suárez, Carmen Maura, Irene Azuela, Esmeralda Pimentel y Erick Elías, encabeza el reparto, estuvieron en Puebla para dar detalles sobre el filme valuado en 30 millones de pesos y que se rodó durante siete semana en la Ciudad de México.
Se trata de una comedia de situación en la que el público se sentirá identificado, invariablemente, con alguno de los personajes.
“La dinámica que se armó entre todos –los actores- fue muy natural –aunque no todos se conocían-, la manera en que nos llevábamos detrás de cámaras, ayudaba con lo que luego se veía al frente. Yo recuerdo que Cecilia Suárez metía diálogos de hermana mayor molestando al hermano menor y eso hacía que yo le sumara a ser el hermano menor que se revela”, narró Francisco.
Él es un talento emergente, dijo Lara, quien agregó que esta no es una película de añoranza o nostalgia, “habla de familias contemporáneas y los dramas a los que se enfrentan los personajes”.
En la trama, para Manuel y Adelina todo marcha de maravilla: están felices con su vida. Sin embargo su actual serenidad se verá interrumpida cuando cada uno de sus tres hijos decida mudarse de vuelta a casa. Rebasados por la situación, Manuel y Adelina llevan a cabo un plan para sabotearlos y recuperar la paz de su hogar.
Javier González Rubio destacó que levantar un proyecto siempre es complicado, desde hacer una buena labor de convencimiento con los patrocinadores, hasta el plan de rodaje para optimizar costo.
Y sin revelar la inversión real, declaró que “Cuando los hijos regresan” está arriba del promedio de una cinta mexicana, que son los 20 millones de pesos. Es un trabajo, concluyó, de calidad, con una buena banda sonora y una historia congruente que la audiencia la va a disfrutar.
