Tehuacán.- En el Santuario Guadalupano, ubicado al sur de esta ciudad, se concentró la fiesta dedicada a Santa María de Guadalupe, al conmemorarse el 486 aniversario de sus apariciones en el Cerro del Tepeyac.

En la Diócesis de Tehuacán, al igual que en todo el estado y el país, miles de fieles católicos acostumbran visitar a la virgen morena en actitud de agradecimiento y con oraciones de rogación, acción que además es considerada como un día de encuentro familiar.

Asimismo, con motivo de la fiesta, se instalaron alrededor de 300 puestos con venta de productos de temporada  en calles aledañas al Parque Jardín Guadalupe, por lo que se sugirió tomar vías alternas.

La solemnidad inició a las 00:00 horas con una misa ofrecida por los trabajadores de la radiodifusión de Tehuacán, quienes cumplieron 52 años de participación consecutiva; a las 5:00 horas hubo mañanitas y misa, misma que se repitió cada hora hasta el mediodía.

Todo el día se tuvo peregrinación de fieles y, por la tarde, la solemne concelebración, presidida por el obispo, Rodrigo Aguilar Martínez, quien por la mañana, corrió los 10 kilómetros de la Carrera Guadalupana Tehuacán 2017, organizada por el Sindicato Peñafiel, la cual contó con la participación de más de 2 mil 500 atletas, aficionados y devotos a la Virgen  de Guadalupe.

Tehuacán, región mariana

Es así que en Tehuacán, independientemente del movimiento comercial y de la derrama económica que crea dicha festividad, este año se estimó arribarían al santuario no menos de 30 mil devotos. Esto, sin contar a los más de 30 grupos de diferentes empresas e instituciones que a partir de la segunda semana de noviembre y hasta el 12 de diciembre acuden a ofrecer mañanitas como muestra de su fervor.

El 12 de diciembre se honra a María de Guadalupe que es la imagen y símbolo más querido por los católicos, una vez que aún cuando hay otras tantas tradiciones, muchos opinan que sin la Guadalupana no se podrían entender a México. Incluso, antropólogos y estudiosos de este fenómeno se han declarado sorprendidos por el gran movimiento social que despierta.

Tal culto se practica más entre las clases media y baja, es decir, entre los menos favorecidos que corresponden al sector popular, obrero, campesino e indígena, quienes acuden no para pedir cosas ideales, sino su intercesión para resolver cuestiones de la vida cotidiana, a cambio de un sacrificio, el cual se manifiesta a través de actos de fe como promesas  o “mandas”, mismas que entre más accidentadas, dolorosas y difíciles sean, más efectivas se consideran.

Según datos proporcionados por la Diócesis, Tehuacán es netamente mariano, puesto que inclusive se le venera con variados misterios, advocaciones y títulos, por ejemplo, el 8 de diciembre se honra a María en su advocación de la Inmaculada Concepción, patrona de esta ciudad desde el siglo XVI, cuando allá por el año 1530, los primeros franciscanos procedentes de Huejotzingo se asentaron en Calcahualco y la presentaron a los habitantes.

Como dato histórico adicional, en 1570 se bautiza a Tehuacán con el nombre de Inmaculada Concepción y en 1660, cuando se erige como Ciudad de Indios, en el escudo de la ciudad, es María la que corona los cuatro cuarteles de la heráldica local, reconociéndola, por tanto, las autoridades y el pueblo como su patrona, de ahí que, es innegable que en Tehuacán y en toda su región, desde sus orígenes civiles y diocesanos, existe una gran devoción por María, se afirmó.

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