El jueves que murió el cronista Pedro Ángel Palou Pérez Puebla perdió a uno de sus mejores promotores de la cultura, las letras, de la comunicación humana.
Puebla tiene en Pedro Ángel Palou a un hombre ejemplar: transparente, crítico, amigable, reflexivo, sencillo, como son los grandes hombres.
Lo más relevante del luto en que se encuentra Puebla debe ser no olvidar el trabajo del veracruzano.
El legado de Pedro Ángel Palou Pérez en Puebla irá decantándose poco a poco.
Será un trabajo del Estado, de los medios y de la propia familia del hombre que disfrutaba la cultura, que amó las letras y a Puebla, aún sin haber nacido aquí.
De hecho, el subsecretario de Cultura del estado, Moisés Rosas Silva, anunció un veloz proyecto de recopilación de su obra literaria.
Será importante sumar todos los esfuerzos posibles para acopiar este legado que los poblanos podamos observar para dar dimensión exacta a la labor de Palou.
El trabajo de Pedro Ángel Palou Pérez fue reconocido ayer en una emotiva ceremonia organizada por el gobierno del estado y el ayuntamiento de Puebla.
El gobernador Tony Gali reunió a parte de la familia del cronista de Puebla, y acompañado por el alcalde Luis Banck y un amplio grupo de servidores públicos, honraron a Palou Pérez con música de la sinfónica del estado.
Puebla recordará siempre a Palou y sobre todo Puebla debe aquilatar y reflexionar constantemente sobre su labor.
Desde la labor periodística en radio, a las relaciones públicas del gobierno municipal y el estatal y la secretaría de cultura, el incansable esfuerzo por preservar la biblioteca Palafoxiana y los beneficios de la Casa de Cultura del estado.
Más aún: sus crónicas, artículos periodísticos y textos de la más diversa naturaleza hacen de Palou el más completo creador de ideas y fomento de la cultura de Puebla.
Recordemos ese legado e intentemos darle valor en las nuevas generaciones.
Gracias y nos leemos el miércoles.
En tanto, les compartiré en mis redes @erickbecerra1 los detalles del informe que dará Tony Gali este lunes al mediodía.
