De grande quiero ser doctor, policía, bombero, futbolista, astronauta, piloto… ese tipo de respuestas es común que los niños lo expresen al momento de preguntarles ¿Qué quieres ser cuando seas grande?
No obstante, en la actualizad, en algunas zonas de Puebla y Tlaxcala, la proyección de los infantes ha cambiado: “Quieren dedicarse a la trata de personas”.
El presidente de «Restaurando México», Óscar Salomón Cortes Flores, indicó que se ve el fenómeno familiar, de cómo pasa de generación en generación, volviendo una figura de tanto poder que llega a ser algo a lo que se aspira. Se calcula que cerca del 80 por ciento de los tratantes en el país provienen de Tlaxcala, y que cerca de 20 mil personas se dedican a la explotación de personas.
En el marco de un panel que se realizó en la Escuela Libre de Derecho de Puebla (ELDP), destacó que en el caso de Tlaxcala, específicamente en Tenancingo, se realiza un festival clásico donde la figura del “padrote” (nombre coloquial que se le asigna a alguien que induce a una persona a ejercer la prostitución y se beneficia con las ganancias económicas que se obtienen de esta actividad) es lo que se celebra, entonces existe una clara apología del delito, donde esto se ve normal.
“Se le pregunta al niño chiquito, qué quieres ser de grande, entonces como su papá, tío, abuelo fueron padrotes, lo que aspiran ellos es a hacer lo mismo. Se les hace normal. El sueño de estos infantes es llegar a ser tratantes”, reveló.
Añadió que el panorama se ha hecho invisible, porque es más difícil ver a las víctimas y victimarios reconocer, incluso, tener cifras exactas porque es complicado medir el problema social.
Redes sociales, anclaje para la trata
En tanto, la coordinadora de proyectos en Sin Trata AC, Andrea Bravo Clabello, acentuó que el internet ha servido como herramienta para los tratantes para incluso ni siquiera tener contacto directo con las víctimas y llevar a ellas o a ellos a la explotación. El 80% de los tratantes del país provienen de Tlaxcala y cerca de 20 mil personas se dedican a la explotación de mujeres, actualmente los captores han visto como una vía fácil las redes sociales
“Cómo el enganche y la explotación ha sido muchas veces a través de internet si ni siquiera conocerse”, puntualizó.
Detalló que ahora la mayoría de la gente que está desaparecida, niños o niñas especialmente, es por encuentros a través de redes sociales.
En Facebook o Twitter no existe una corresponsabilidad para los usuarios, sin embargo, muchas veces el impacto jurídico que tiene el subir una fotografía, el aceptar una solicitud de amistad que no conocemos, son los bastiones que están actualmente como referentes de lo que son la trata de personas.
En ese sentido, recomendó revisar lo que se sube a internet y tener responsabilidad para saber qué subimos y qué no.
37 por ciento de las víctimas de trata de personas son enganchadas a través de redes sociales.