El análisis de la comunicación política en el proceso electoral tiene que ver desde la generación de guerra sucia, mediante las fake news y la construcción de reputación a través de los medios tradicionales y las redes sociales, aseguró Alfonso Esparza Ortiz.

El rector de la BUAP encabezó ayer en la ciudad de México la inauguración de la Cumbre Mundial de Comunicación Política (CumbreMX), en cuya oferta académica participó la BUAP, y abrió el análisis que fue secundado por el jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Mancera.

Lorenzo Córdova también siguió el tema presentado inicialmente por el rector Alfonso Esparza, para plantear la necesidad de que los electores puedan diferenciar entre las noticias falsas y las auténticas.

De hecho, Lorenzo Córdova, presidente del INE, aprovechó la revisión del uso de redes sociales para destacar que los debates serán modificados para ser menos acartonados y sobre todo propiciarán el feedback en tiempo real mediante la transmisión en Facebook.

Alfonso Esparza se codeó con las primeras ligas de la política nacional en este encuentro que rebosa de interés para quienes nos dedicamos a la comunicación de una u otra manera.

La Cumbre reunió a comunicadores y analistas del fenómeno de la comunicación política de Iberoamérica para y ofrecer a los más de 2 mil 200 asistentes de 25 países la oportunidad de interactuar con ellos.

Desde los corrillos:

AMLO gana la agenda en medios

Andrés Manuel López Obrador lleva la delantera en la definición de agenda pública en el proceso electoral presidencial.

No es raro porque todo candidato de la oposición tiene mayores posibilidades de ganar “nota”.

Siempre es así porque el discurso de oposición es crítico, fustiga, e incluso divierte, como parte de una estrategia para llamar la atención con creatividad e ingenio.

No hace falta que lo que se dice tenga sentido, sea pertinente, tenga profundidad o incluso lleve a la reflexión, sino que basta con ganar el llamado de primera plana, y de ser posible, la nota de ocho columnas.

Que si desaparecerá el CISEN, que si perdonará a los traficantes de droga, que si dará para atrás al aeropuerto de la ciudad de México… el tema es lo de menos. El objetivo es llamar la atención y ganarle a los priistas y panistas.

Y lo está logrando.

Andrés Manuel López Obrador ha logrado hacer que el PAN y PRI responda a sus ocurrencias y así, marcar agenda.

Porque esta guerra también es sicológica, y sobre todo mediática a nivel nacional.

De acuerdo con el más reciente monitoreo de medios que elaboran la UNAM y el INE, Andrés Manuel López Obrador acapara 28.37% de las noticias difundidas en medios en el país, seguido de José Antonio Meade, con 25.05% y Ricardo Anaya, con 18.64%. Parece lejos la diferencia, sobre todo entre AMLO y Anaya, ¿no cree?

AMLO ha conseguido 70 horas, 11 minutos y 50 segundos, seguido de las 61 horas 58 minutos y 54 segundos, de Meade, y apenas poco más de 46 horas de Anaya.

¿Será que la cobertura mediática impacte en las preferencias electorales? Estoy seguro que sí.

Ya veremos.

Gracias y nos leemos el viernes, pero antes en redes como @erickbecerra1

 

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