Quienes pensaron que las intercampañas serían aburridas se equivocaron rotundamente.

Pese a lo ilógico de las restricciones en propaganda, las intercampañas han prendido más la hoguera de los odios y las críticas.

Veamos.

Fue en intercampaña cuando Andrés Manuel López Obrador decidió postular a Napoleón Gómez Urrutia al senado por la vía plurinominal, pese a tener serios señalamientos por una corrupción de máximas dimensiones desde el sindicato minero.

Fue en intercampaña cuando el PAN propuso a Miguel Ángel Mancera como plurinominal, situación que desató críticas

También en esta etapa Enrique Ochoa comenzó a pagar el costo de ponerse a sí mismo el pie al llamar “prietos” a los priistas que migraron a Morena, con un descalabro importante para su candidato José Antonio Meade.

Ricardo Anaya, creativo como es, decidió armar toda una historia que puso en jaque al secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, con el escándalo de su “sombra”, un elemento del CISEN, organismo del cual Amlo ya había anunciado su fin.

Ya en el ánimo local, en este periodo fue que Morena y el PAN se enfrascaron en una serie de dimes y diretes que hablan muy bien de Jesús Giles, presidente del blanquiazul, por su capacidad para sacar de sus casillas a Gabriel Biestro, líder de Morena, quien reviró las acusaciones por supuesta opacidad en el gasto de precampaña.

Así que muy aburridas no están las intercampañas.

El problema no es si se puede o no promover el voto en esta etapa, sino que los candidatos han dejado de comunicarse masivamente con sus electores.

Ese es un tiempo valiosísimo que se está perdiendo, debido al temor de los candidatos por ser sancionados, incluso con la anulación de sus candidaturas, en caso de tener resbalones.

Otra decisión polémica fue que el INE prohibió los debates en esta intercampaña.

Tampoco supongo que los electores fueran a decidir con base en ellos, si la campaña aún no empieza.

Me parece que el proceso electoral presenta mucho ruido en torno a los planteamientos de los candidatos y sus partidos y coaliciones, y poca profundidad de las razones de voto.

¿Qué viene una vez que Enrique Doger fue ungido ayer con la presencia de su candidato José Antonio Meade? Un PRI más echado para adelante, aunque tambaleante por las migraciones de cuadros.

¿Qué podemos esperar de Martha Erika Alonso, ungida por unanimidad ayer en la Comisión Permanente Nacional? Sin duda aprovechará más aún las estructuras que ha construido su grupo desde 2010 para garantizar la promoción al voto, la movilización y cómo debilitar a sus adversarios.

¿Qué esperamos de Luis Miguel Barbosa? Una mayor realización de giras al interior del estado para reducir el poco conocimiento en los municipios más alejados a la zona metropolitana.

¿Y las propuestas, apá?

Gracias y nos leemos el viernes. Recuerden que nos vemos este miércoles a las 21:45 horas por Televisa Puebla en la Mesa de Debate que encabeza el periodista Arturo Luna y en la que participan mis colegas Fernando Alberto Crisanto y Jorge Rodríguez.

Síganme en @erickbecerra1

 

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