Ninguno de los candidatos al senado de la República y a la Cámara Baja del congreso de la Unión que ya comenzaron actividades proselitistas este domingo podrán ganar sin ofrecer soluciones.

De pronto los partidos creen que su agenda es la agenda de los ciudadanos.

Y entonces a ellos les informo: la demanda ciudadana captada por los encuestadores pone en un muy lejano lugar el tema de corrupción.

Y es que el tema de campaña de buena parte de los candidatos a legisladores, particularmente los del senado, se dejan llevar por ese fácil discurso. “Vamos a combatir la corrupción”, afirman.

Yo a todos aquellos que lo están diciendo como promesa de campaña –incluidos Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador– les comento: combatir la corrupción no es una gracia, no los vamos a votar por eso, es una obligación de los gobiernos.

Claro, entiendo que las múltiples muestras de actos de corrupción en gobiernos estatales y en el gobierno federal son ejemplos de que no se ha combatido tan eficazmente.

Pero le daría la vuelta a la tortilla para verlo desde otra perspectiva: las auditorías de las mismas dependencias que cometieron esos desvíos no funcionaron. Es así que no es un problema de un partido, sino del sistema político mexicano.

¿Hay que reducir la corrupción?

Claro, por supuesto. Porque sólo así los programas sociales llegarán a quienes deben llegar. Pero no sólo eso. Hay que mejorar los programas de gobierno para que sean más eficientes.

Le doy un dato del estudio más reciente del IMCO presentado en marzo: “A mil empresas se les asignó por adjudicación directa el 71% de los contratos, es decir, por el método menos competitivo. Solamente el 22% de los contratos asignados a estas compañías fue licitado públicamente”.

Sí, todo esto hay que corregir, me queda claro.

Pero a los ciudadanos preocupan más mejorar sus ingresos, conseguir empleos mejor pagados, reducir la delincuencia y la violencia y mejorar los servicios. Les preocupa mejorar la esperanza de vida pero con calidad de vida. De nada sirve que la gente viva más si va a llegar a los 80 años con diabetes, debido a los hábitos de consumo que el Estado no pudo corregir.

Urgen pues, propuestas, planteamientos certeros, que lleguen a la razón y al corazón del votante. Urgen pues, propuestas viables de solución a los serios problemas que tienen a México en un crecimiento económico mediocre, sin desarrollo.

Es así que exigimos propuestas de soluciones a problemas que nos aquejan: la violencia de género (y no sólo la política de género), la baja calidad educativa, la escasa conciencia de cuidado al medio ambiente, de falta de solidaridad, falta de educación cívica y ciudadana, etc…

Muchos son los problemas de México y de Puebla, no sólo los económicos. Tenemos las ciudades sucias, lo cual demuestra una muy mala conciencia social; tenemos todos los días asaltos y robo de autopartes, venta de productos robados y piratería, así como economía informal en un amplísimo volumen.

En suma, digo, los grandes temas de la campaña deben ir dirigidos a lo que demanda el ciudadano, no por lo que se pelean los partidos.

Desde los corrillos:

Mario Riestra comenzó ayer su búsqueda al senado. Lo hizo con dos características especiales: realizó una cabalgata con 500 jinetes en San Juan Amecac, y donde estuvo acompañado por la perredista Roxana Luna, candidata a Diputada Federal.

En contraste, Alejandro Armenta, candidato de Morena, empezó su campaña en el minuto 1 del viernes en un acto simbólico en el zócalo capitalino sólo con sus equipos y los de otros candidatos. Destacó la presencia de Nancy de la Sierra, quien acaparó la atención.

Juan Carlos Lastiri inició campaña con Xitlalic Ceja en la sede del PRI con una teleconferencia con el inicio de campaña de José Antonio Meade y la presencia de sus principales promotores y simpatizantes.

Gracias y nos leemos el miércoles.

Pero en redes, ya sabe, todo el tiempo como @erickbecerra1

 

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