Con el objetivo de presentar nuevos modelos de práctica artística a partir de procesos creativos grupales, el Museo Amparo inaugura el sábado 21 de abril, “Movilizando afectos, coparticipación e inserción local”, muestra que reúne a los artistas Edgardo Aragón, Cadu y Rafiki Sánchez.
Esta muestra que, cabe aclarar, no es colectiva, sino que es tres a la vez, abre con una charla de parte de parte de los creadores a las 12:00 horas, con los comentarios del historiador de arte, Luis Vargas Santiago, y permanecerá hasta el próximo 30 de julio en Sala de Exposiciones del inmueble. La producción de obra y curaduría de la misma estuvo a cargo de inSite/Casa Gallina.
Durante la presentación del proyecto, Vargas Santiago, parte del Instituto de Investigaciones Estéticas, destacó que lo primero que hay que notar es que se no trata de un tipo de arte tradicional, ni contemporáneo, es arte participativo donde el artista trabajó con un grupo específico, con una comunidad, con la gente.
“Eso supone que lo importante no es el resultado final, sino el proceso, donde también la noción del artista individual produciendo en solitario se desvanece y entra el artista produciendo en colectivo, donde él es quien lleva la batuta, pero en realidad las ideas, los esfuerzo, pueden venir de otras personas”, explicó.
Además, el arte participativo toma un tinto social y de transformación en las comunidades donde se trabajan, tocando necesidades, intereses sociales y económicos, o en algunos casos, tienen que ver con cuestiones afectivas y personales, como se proyecta en los trabajos a presentar.
Las tres exposiciones o piezas que conforman la muestra se presentan en diferentes formatos, video, videoinstalación e instalación; fueron concebidos y realizados de manera independiente en un barrio de la Ciudad de México. Edgardo Aragón (Oaxaca, México, 1985) presenta “Depresión tropical” (2015-2017), un video que revela a partir de dos historias subjetivas y particulares, una realidad donde la violencia está cada vez más asimilada.
Cadu (Río de Janeiro, Brasil, 1977) presenta “Soy mandala” (2014-2016), una videoinstalación que surgió a partir de una vinculación que el artista tuvo con 30 mujeres de la tercera edad que se reúnen para bailar desde hace 15 años, en la Casa de la Cultura de Santa María Ribera en la Ciudad de México. Y Rafiki Sánchez (Mérida, México, 1988) presenta “Vestigios” (2017-2018), que muestra la inmersión que el artista tuvo en Santa María Ribera con algunos vecinos alrededor de tanatología sus bordes emocionales.