Ajalpan. La artesanal cestería de carrizo típica de este municipio “tiende a desaparecer”, lamentaron las artesanas Cristina Conde Lira y María Guadalupe Temaxte Paniagua, integrantes del Grupo Acátl de Ajalpan.
Cada vez son menos las personas que se dedican a la elaboración de artesanías debido a la baja demanda del producto, a su laboriosidad y a las escasas ganancias que reporta, afirmaron, al solicitar al gobierno estatal su apoyo para “rescatar” esta actividad que data del año 3 mil 500 antes de Cristo.
Detallaron que muchos artesanos (artistas) han optado por irse a trabajar a las maquiladoras o han emigrado a otras ciudades e incluso al extranjero, tan es así que a nivel regional, sólo quedan alrededor de seis talleres familiares enfocados a la hechura “a mano” de canasta y cestos de carrizo con variados usos, tamaños y formas, mismos que se distribuyen y comercializan en diferentes puntos de los estados de Puebla y Tlaxcala.
“Las familias que todavía conservamos esta tradición artesanal son contadas, pues apenas 20 de cada 100 personas siguen en esto”, estimaron las entrevistadas, al indicar que les gustaría que la gente apreciara más sus artesanías.
Agregaron que a pesar de los vaivenes y altibajos están buscando la manera de ampliar sus mercados y convertirse en un futuro no lejano en una opción de trabajo para otras personas.
Trabajo manual arduo
El primer paso para la elaboración de una pieza artesanal consiste en cortar el carrizo, limpiarlo o pelarlo, orearlo y remojarlo, luego dividirlo en tiras, tejerlo, hornearlo, cepillarlo y barnizarlo, lo que implica un arduo trabajo manual que no es reconocido, ni tampoco se compensa con el pago que se recibe, se quejaron.
La elaboración de artesanías en sus diversas modalidades (alfarería, textiles, bordados, tejido, ebanistería, metalistería y cestería o jarciería), realizadas en talleres familiares, ocupan un lugar importante en la economía estatal, no obstante, actualmente atraviesan una crítica situación.
Ante esa realidad, la presidenta del Comité Ejecutivo de Artesanos “Teki-ma-istla”, Rosalía Ibarra Martínez, consideró fundamental que se revalore la labor artesanal y se evite a toda costa que se pierda la habilidad y destreza manual y artística de aquellos artífices que trabajan en sus hogares con apenas un equipo mínimo.
Consideró necesario que el sector artesanal amplíe sus canales de comercialización y eleve no nada más su productividad sino también su competitividad, para así dar a quienes se dedican a esto una mejor calidad de vida.