En materia de educación los candidatos a la Presidencia de la República están reprobados, desde la perspectiva de David Calderón, cofundador y presidente ejecutivo de Mexicanos Primero, al alertar que “hay muchos aspectos no abordados, en especial en torno a las auténticas necesidades de los maestros”.
Al transcurrir los tres debates, el peor calificado de los candidatos es Jaime Rodríguez Calderón, quien sumó dos décimas más la víspera para alcanzar 2.7 de calificación, mientras Andrés Manuel López Obrador bajó a 3.1 y Ricardo Anaya y José Antonio Meade quedaron con 5.7 y 5.9 puntos, respectivamente, es decir, están reprobados.
Calderón observó que en su más reciente exposición en el tercer debate, el Candidato de Juntos Haremos Historia incurrió en contradicciones respecto a la información que envió a Mexicanos Primero sobre el tema educativo y que puede consultarse en www.educaatucandidato.org
El hecho es que, a dos semanas de que concluyan sus campañas siguen reprobados los candidatos, quedan dos semanas para conocer más propuestas y hacer mejoras.
Por ejemplo, añadió, los aspirantes a la Presidencia de la República no han abordado el derecho a contar con tutores y garantizar que la formación continua para el nuevo modelo educativo sea pertinente y oportuna para los maestros.
“Todos los candidatos pueden estar abocados a hablarle a los públicos que imaginan pueden atraer votos o propiciar operativos electorales, pero los futuros funcionarios van a enfrentar el equilibrio de poder y deben entender la importancia de la educación”, observó Calderón.
Refirió que, la postura de eliminar la evaluación docente resulta superficial, burda, ajena al principio de la soberanía de los estados y a la división de poderes.
En ese contexto dijo que, debe hacerse una muy severa crítica a la responsabilidad de expresarse de esa manera por parte de López Obrador, pues violenta el respeto a la división de poderes y no está en su facultad eliminar la evaluación docente pasando por encima de la soberanía de los estados y el congreso.
Estimó que ninguno de los candidatos ha leído a fondo el espíritu de la reforma al artículo tercero de la Constitución en torno a la educación, que en su segundo párrafo plantea que el Estado Mexicano tiene la obligación constitucional de garantizar el máximo logro de aprendizaje, donde la idoneidad de los docentes es una de las claves.
Por ende, se requiere respetar la dignidad de la profesión, pues los docentes no son peones, por lo cual cambiaron las condiciones para sus nombramientos en función de sus capacidades reales por la Reforma Educativa.
En ese sentido, descartó que la Reforma Educativa sea meramente laboral, pues, argumentó, hay que pensar en conciencia, no en función de dar a los docentes contratos vitalicios, pues serían mercenarios, no maestros.
