Hace cuatro meses la madre de una niña de diez años denunció que fue víctima de abuso sexual por un compañero, pero en vez de proteger a la menor para que se reintegre a clases e investigar al agresor, las autoridades escolares y judiciales han dado largas a la familia de la niña en su demanda de justicia.
En conferencia de prensa, Ángeles Cruz Flores, madre de la víctima, explicó que poco después del abuso su hija empezó a comportarse de manera extraña y dejó de controlar sus esfínteres.
Al preguntarle si estaba bien, finalmente la menor le confesó que había sido agredida por uno de sus compañeros de clase en la Primaria Federal Miguel Hidalgo, ubicado en la junta auxiliar de Ayutla, perteneciente al municipio de Izúcar de Matamoros,
Según la niña, el abuso ocurrió mientras los profesores se encontraban en una reunión y sin que nadie la rescatara; días después la familia denunció los hechos ante la Secretaria de Educación Pública (SEP) y la Fiscalía General del Estado (FGE), pero todavía no se ha actuado contra el alumno agresor y tampoco se sancionó a los profesores y al director.
Desde el 20 de febrero cuando la niña fue abusada dejó de asistir temporalmente a clases por temor a ser atacada nuevamente. Y cuando se reintegró se encontró con su agresor en el mismo salón.
“Ni la Fiscalía General del Estado ni la Secretaría de Educación Pública, ninguna de las dos instituciones han hecho nada por castigar al agresor, ni siquiera por cambiarlo de salón, ni mucho menos expulsarlo”, acusó la madre de la menor.
Ángeles Cruz señaló de manera directa a Pedro Tapia Valero, director de la Primaría Federal Miguel Hidalgo, de manipular al comité de padres de familia para que promuevan la salida de ese plantel a la menor víctima del ataque sexual.