Tehuacán. Un repunte en sus ventas prevé el sector restaurantero, durante la temporada del Chile en Nogada que este día inicia y concluirá en septiembre próximo, con un precio que fluctuará entre 90 y 180 pesos, dependiendo del criterio de cada establecimiento.
Juan Manuel Méndez Lezama, representante de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), al indicar que alrededor de 20 establecimientos de esta ciudad se unieron para promover dicho platillo típico de la cocina poblana que entre sus ingredientes incluye productos propios de la región tehuacanera, tal es el caso del chile “gordo” o “ancho” y de la granada.
Por lo anterior, dijo que se imprimirán volantes y se elaborará un cartel con los logotipos de los negocios participantes, el cual se publicará en las redes sociales, similar a lo hecho durante la época gastronómica del mole de caderas, lo que permitirá «activar» la economía regional.
El empresario externó su confianza en que el platillo, considerado internacionalmente como uno de los más finos y representativos de la cocina mexicana, reactive el turismo, al aumentar el arribo de visitantes y las ventas de los establecimientos dedicados al arte culinario.
Datos históricos
Según el arqueólogo, Eduardo Merlo, el 2 de agosto de 1821, los insurgentes ya habían ganado la Guerra de Independencia de México y se dirigían a la ciudad de Córdoba, Veracruz, para firmar el acta de Independencia representados por su caudillo: Agustín de Iturbide.
Al enterarse el obispo, Antonio Joaquín Pérez Martínez, del paso de tan importante personaje por Puebla, decidió junto con el ayuntamiento, recibirlo con flores, oficiando una ceremonia en la Catedral , para más tarde disfrutar de un gran banquete.
Para ello, se mandaron a hacer 14 platillos diferentes a distintos conventos femeninos poblanos, pidiendo a las monjas agustinas del Convento de Santa Mónica, el platillo conocido como “Chiles rellenos bañados en salsa de nuez”, receta que existía desde 1714 y que, por su preparación, se habían hecho famosas. Al saber ellas sobre la nueva bandera de los Insurgentes, decidieron adornar el guiso con el color verde del perejil y el color rojo de lo granos de la granada, sobre el blanco de la nogada.
Almendra, piñón, acitrón (biznaga), durazno, pera, manzana y plátano macho, eran los ingredientes con los que se preparaba ese manjar que probablemente se comía como postre. Es así como la gastronomía poblana se enriqueció, obteniendo uno de los platillos más representativos de la gastronomía poblana.